Horóscopo chino martes 21 de diciembre de 2021: predicción según I Ching para los 12 signos

Descubre lo que el I Ching, el oráculo chino, te aventura para el día de hoy. El I Ching es una arcana sabiduría cuya esencia es el cambio, el cambio como la única realidad existente. El I Ching te ayuda a comprender cómo se generan y se producen dichos cambios en la vida. LAS PROVINCIAS te ofrece la predicción del libro de las mutaciones para los 12 signos del horóscopo chino para este martes 21 de diciembre de 2021.

Cuando uno está predestinado a la dicha, esta llega de forma irresistible. Todavía se siente la influencia del estado anterior y se piensa que si uno se mueve tendrá que arrepentirse. La conmmoción va y viene: peligro, pero no se pierde nada. En el caldero hay alimento. Mis compañeros sienten envidia, pero nada pueden contra mí.

Cielo y tierra no se unen, la imagen del estancamiento. Cuando alguien lleva una carga sobre sus espaldas y viaja en coche, da motivo a que se acerquen los bandidos. Llega la conmoción y causa desconcierto. Si uno actúa a consecuencia de la conmoción, quedará libre de desgracia. Para dar lugar a una época de plenitud es necesario que a la claridad se una un enérgico movimiento.

Llega la lluvia, llega el sosiego. Esto se debe a la permanente acción del carácter. Uno padece una inquietud interior, de modo que no puede quedarse en su sitio. Un carnero arremete contra una cerca. No puede retroceder, no puede avanzar. Nada es propicio. Soberbia. Uno sabe cómo avanzar impulsivamente, mas no cómo retirarse.

Una grulla que clama la sombra. Su pichón responde. Tengo una buena copa y quiero compartirla contigo. Si uno se enfrenta con un enemigo superior, con el cual la lucha no tendría pespectiva de éxito, una retirada en orden sería lo único adecuado. Cuando el agua del lago se ha elevado al cielo, ello hace temer que desencadene una lluvia torrencial. De cien mil maneras pierdes tus tesoros y has de subir a las nueve colinas. Al cabo de siete dias lo recuperarás.

Lo pequeño se va, llega lo grande. ¡Ventura! De este modo se juntan Cielo y Tierra y todos los seres se relacionan. Ha llegado el momento de la transición. Pero uno no posee la energía necesaria para llevar a cabo esa travesía. En épocas que siguen a una gran transición todo procura el progreso y desarrollo, empuja hacia adelante. El éxito ha dado la razón a la acción. Brilla nuevamente la luz.

Si eres veraz y leal en la alianza, eres rico en tu prójimo. El trabajo en lo echado a perder tiene elevado éxito. Es propicio atravesar las grandes aguas. En el lago no hay agua: la imagen del agotamiento. Aceptar el destino y permanecer leal a sí mismo. No cualquier mortal está predestinado a promover una época de grandeza y plenitud.

Detenerse con cautela a mitad de camino trae ventura. Ir hasta el fin trae desventura. Se encuentra con un compañero, ya toca el tambor, ya cesa de hacerlo, ya solloza, ya canta. A veces tiene uno que vérselas con enemigos ocultos, con influencias inasibles que se esconden en los rincones más oscuros y desde allí ejercen su influjo. La guerra ha llegado a su fin. Se ha conquistado el triunfo. El rey reparte feudos y posesiones entre sus leales.

El acercamiento tiene elevado éxito. Es propicia la perseverancia. Al llegar al octavo mes habrá desventura. El pájaro, hasta que sepa volar, debe permanecer en el nido. Si pretende volar antes, atraerá sobre sí la desventura. Las circunstancias son difíciles. La tarea es grande y llena de responsabilidad. Cuando se ejerce excesiva severidad al aplicar restricciones la gente no lo soporta.

Desaparece el arrepentimiento. La cerca se abre, no hay enredo. Todo parece sumamente fácil. Mas precisamente en ello consiste el peligro. Ha llegado el momento de castigar a la tierra diabólica. Durante tres años habrá grandes recompensas. La paz. Lo pequeño se va, llega lo grande. ¡Ventura! ¡Éxito!

¿Gracia o sencillez? Un caballo blanco llega como volando. Él no es un raptor, se propone cortejar en el plazo debido. El seguimiento tiene elevado éxito. Es propicia la perseverancia. Hay que frenarlo con galga de bronce. Si uno le deja seguir su curso, no sufrirá desventura. Cuando uno apunta y tira más allá del blanco, no podrá alcanzarlo.

Desaparece el arrepentimiento. Se abre camino. Si uno va hacia él ¿cómo podría ser eso un error? A menudo quisiera uno emprender algo, pero se enfrenta con vallas insuperables. La acción de la tormenta purifica la atmósfera. Así procede también el noble con respecto a las faltas y los pecados de los hombres. Arrepentimiento. No tomes a pecho ganancias ni pérdidas

Si lo pierdes, no corras. Volverá por sí mismo. El rey, durante la cacería, solo permite la batida desde tres lados, y renuncia a los venados que se desvían hacia delante. Tampoco en este caso ha llegado el momento de actuar. Pero la paciencia que es menester no debe implicar una espera inerte, un modo de vivir al día. Emprender algo acarrea desventura. El dragón soberbio tendrá que arrepentirse.

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