Inspectores de Hacienda destapan un fraude fiscal mientras comían en su restaurante habitual

Iban a comer habitualmente a un restaurante de comida rápida y acabaron detectando un fraude fiscal descomunal. Durante los últimos días del mes de marzo ha comenzado el juicio contra el dueño del local, al que se le acusa de evadir impuestos por valor de casi 300.000 euros entre 2020 y 2023.

Los hechos han ocurrido en Linz, en Austria, y lo relevante del caso es que los Inspectores de Hacienda detectaron las irregularidades durante la hora del almuerzo, cuando no estaban de servicio, según recoge el diario Kronen Zeitung, uno de los más leídos en el país. En Austria los empleados de finanzas son conocidos como policías financieros, y alguno de ellos se percató de que en el restaurante del que era cliente habitual muchas comidas no se facturaban.

Durante el juicio que se ha celebrado estos días en el Tribunal Regional de Linz al dueño del local, de nacionalidad china y regente de otros locales, se le acusaba de haber falsificado no solo declaraciones de impuestos sobre el valor de las ventas y la renta, sino también de haber facturado falsamente compras privadas y combustible.

El abogado del restaurador explicó que los empleados estaban tan abrumados por la cantidad de gente que había que se les olvidaba ofrecer las facturas, pero ni estos argumentos ni la buena conducta del detenido sirvieron. El acusado confesó y ha sido condenado a pagar una multa de 80.000 euros, según explica el diario, además de cumplir una condena de 46 días de detención alternativa (sustitutivos de 23 días de prisión) o servicio comunitario.

Este no ha sido el único caso que se ha producido. Según informa el Ministerio de Finanzas austriaco, recientemente se ha producido otro caso, en esta ocasión en Vorarlberg, en el que un matrimonio que regenta un resurante ha sido descubierto por las autoridades fiscales por evadir 135.000 euros en impuestos. Se da la circunstancia de que era reincidente, ya que en 2016 fue condenado por hechos similares.

La Policía Financiera es una unidad de investigación y control profesional y eficiente de la Oficina de Lucha contra el Fraude. La tarea principal de la Policía Financiera es llevar a cabo controles específicos para descubrir la evasión fiscal, el fraude social, la economía sumergida organizada y el juego ilegal y, de esta forma, proteger los intereses financieros de la República de Austria.

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