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¿Quiénes fueron los primeros habitantes de Europa occidental? Es una cuestión a la que los paleontólogos e historiadores buscan dar respuesta y, hasta la ... fecha, parece que la clave está en ATE7-1. Este es el fósil que investigadores españoles han encontrado en la Sierra de Atapuerca, en Burgos, y que corresponde a un «homínido más primitivo» que los fósiles datados hasta ahora.
A más de diez metros bajo el suelo de esta cordillera burgalesa y escondidos en la Sima del Elefante, una antigua gruta de 18 metros de profundidad, se han encontrado los huesos faciales más antiguos conocidos de homínidos en Europa occidental. Y sus rasgos no habían sido ni catalogados ni observados antes. «No muestran rasgos encontrados en fósiles del Homo antecessor, y tienen cierta semejanza con el linaje del Homo erectus», explicó Rosa Huguet, investigadora del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES-CERCA) en la revista Nature. Pero los científicos no han sido capaces de asignarlos a ninguno de los dos grupos. «Se necesitan más estudios», aseguró. Aunque provisionalmente han sido catalogados como Homo aff. erectus.
Atapuerca vuelve a reescribir una vez más la historia de la humanidad. «Anuncia otra era prodigiosa para el Proyecto Atapuerca», destacó José María Bermúdez de Castro, codirector del Proyecto Atapuerca y coautor del estudio. El pequeño fósil del maxilar y el hueso cigomático del lado izquierdo de un adulto revela que Europa occidental estuvo poblada por, al menos, dos especies de Homo durante el Pleistoceno Inferior: H. aff. erectus y, posteriormente, H. antecessor.
Gracias a las técnicas de imagen en 3D y las evidencias físicas, los investigadores españoles han recreado el rostro del primer homínido de la historia, hasta ahora. Aunque la edad del hallazgo, conocido hoy pero realizado en 2022, es indistinguible de la mandíbula encontrada en 2007 también por este equipo, los autores apuntan a que la edad de los fósiles ATE7-1 se sitúa entre 1,4 y 1,1 millones de años.
En el descubrimiento también se hallaron otros restos arqueológicos adicionales, como herramientas de piedra y huesos de animales con marcas de corte. «Aunque las herramientas de cuarzo y sílex halladas son sencillas, sugieren una estrategia de subsistencia eficiente y demuestran la capacidad de los homínidos para explotar los recursos disponibles en su entorno», revela Xosé Pedro Rodríguez-Álvarez. «Nuestros antepasados conocían perfectamente los recursos animales disponibles y sabían explotarlos sistemáticamente», declaró Huguet.
Estos datos también han permitido conocer que el paisaje del Pleistoceno Temprano de la Sierra de Atapuerca era un entorno dinámico, con una mezcla de zonas boscosas, pastizales húmedos y fuentes de agua estacionales, creando un hábitat rico en recursos para estas primeras poblaciones humanas.
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