Los únicos dos trayectos que puedes hacer con tu vehículo sin la ITV pasada

La ITV de nuestro vehículo es una de esas fechas clave en el calendario. Tan importante como fundamental, pasar por ella es obigatorio para poder circular con nuestro automóvil. La inspección es un procedimiento reglado que sirve para comprobar si el vehículo en cuestión cumple con los requisitos exigidos para poder seguir circulando por la vía pública.

Así que para evitar un accidente en carretera por no llevar el vehículo en condiciones y ahorrarnos una buena multa, es imprescindible pasar la ITV. Para ello se debe portar siempre la Tarjeta de Inspección Técnica, el permiso de circulación, el comprobante del seguro obligatorio del vehículo y el DNI, o fotocopia, del propietario del vehículo.

Es un proceso por el que todos los automóviles deben pasar, en especial con el paso de los años: los coches con más de una década de antigüedad tendrán que pasarla anualmente, mientras que los de matriculación más reciente lo deben hacer cada dos años. Además de peligroso, no pasar la ITV puede acarrearte un buen desembolso económico, ya que la multa por saltarse este trámite asciende a 200 euros.

Eso sí, para todo hay excepciones y existen dos trayectos que sí puedes hacer con tu vehículo: si el resultado de la ITV es desfavorable, podrás ir de la Inspección Técnica al taller y del taller a la Inspección. Eso sí, si el plazo de la ITV está caducado te expones a una multa aunque vayas a pasar el trámite, ya que se considera un fallo de previsión no justificado.

Si el resultado de la inspección fuese negativa, el vehículo no puede circular bajo ningún concepto, ni siquiera para ir al taller, por lo que debería ser trasladado en una grúa.

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