Jane Fonda no se jubila

Apenas existen ya 'luminosas estrellas cinematográficas', lo que puede interpretarse como un síntoma de madurez colectiva, pero también como una pérdida de magia cinéfila. Jane Fonda, ganadora de dos premios Oscar, siete Globos de Oro, un Emmy y un premio honorífico Cecil B. DeMille, sí es una estrella. En ella se cumplen todos los ritos de esa fantástica condición.

Nacida el 21 de diciembre de 1937 en Nueva York e hija del famosísimo actor Henry Fonda, la actriz cumplirá 87 años dentro de unas horas. Lo hace con plena actividad profesional. En el siglo XXI no ha parado de trabajar. Y en 2024 se ha estrenado su última película, 'Cuando ellas quieren más', secuela de 'The Book Club' (Bill Hoolderman, 2018). Jane Fonda encabeza en ambas un reparto magnífico: Diane Keaton, Candice Bergen, Mary Steenburgen, Andy García, Don Johnson y Richard Dreyfuss. La veteranía al poder.

La personalidad de Jane Fonda tiene otras importantes facetas, además de ser una famosa actriz en el cine y el teatro. En abril de 2005 publicó sus interesantes memorias ('My Life So Far'), en las que no siempre se muestra benévola consigo misma. Desde los años 70 ha sido una destacada activista: se posicionó en contra de la Guerra de Vietnam, por lo que fue apodada 'Hanoi Jane', debido a una controvertida visita a Vietnam del Norte en 1972, decisión que generó numerosas críticas. La combativa Jane ha luchado por los derechos de las mujeres, de los pueblos indígenas, por la igualdad racial, por los derechos LGBTQ+... Actualmente participa en el activismo climático y lidera protestas 'Fire Drill Fridays' en Washington DC.

Centrándonos en el mundo del cine, este cronista, empujado por la sinceridad, se atreve a decir que Jane Fonda es una estrella, sí, pero perteneciente a una constelación menor, sin el fulgor de las grandes divas del siglo XX. En cuanto a carisma, talento interpretativo y popularidad mundial, Jane no ha alcanzado el brillo de Greta Garbo, Katharine Hepburn, Bette Davis, Ingrid Bergman, Marilyn Monroe, Audrey Hepburn o Sophia Loren. Sin ansia alguna de ser puñetero, toca recordar que, a propósito de 'Un domingo en Nueva York' (Peter Tewksbury, 1963), Jane fue «la peor actriz del año» para la revista 'Time'. Hay algo en ella (en Jane, no en 'Time') que no termina de convencer.

La filmografía de Jane Fonda es valiosa, pero no deslumbrante. Ninguna de sus películas posee argumentos, actuaciones o finales inolvidables, como sí lo tienen 'Lo que el viento se llevó' (Victor Fleming, 1939), 'Con faldas y a lo loco' (Billy Wilder, 1959) o 'Thelma y Louise' (Ridley Scott, 1991). En un apunte propio, pido permiso a los lectores para seleccionar tres de los mejores filmes de Jane Fonda. ¿Obras maestras? No. 'Obras maestras' son palabras mayores. Dejémoslo en títulos apreciables. No es poco.

'La gata negra' (Edward Dmytryk, 1962). Jane Fonda interpreta a una prostituta en la ciudad de Nueva Orleans. Por ese papel obtuvo el Globo de Oro a 'la nueva actriz del año'. 'La gata negra' es, según sus palabras, «un sombrío relato de la generación del Crack del 29».

'Klute' (Alan J. Pakula, 1971). Ganó Jane Fonda su primer Oscar interpretando, también aquí, el papel de una prostituta. Tensa historia policiaca en la que Jane comparte protagonismo con Donald Sutherland.

'Julia' (Fred Zinnemann, 1977). Basada en el libro 'Pentimento' de Lillian Hellman, en el que la escritora (encarnada por Jane Fonda) cuenta la relación que mantuvo con su amiga Julia (Vanessa Redgrave), que trabajó en actividades antinazis en los años previos a la Segunda Guerra Mundial.