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Si el Chupinazo marca el inicio de las fiestas de San Fermín, el 'Pobre de mí' indica el punto final de los festejos que han llenado Pamplona de fiesta durante una semana. El cántico se entona a las 00.00 horas del 14 al 15 de julio en la plaza del Ayuntamiento, cuando el alcalde de la localidad se asoma desde el balcón concistorial para poner fin a las fiestas.
Ese es el momento en el que se dirige a los miles de personas que llenan la plaza y proclama: «¡Viva San Fermín!. Gora San Fermín!... ¡Pobre de mí, pobre de mí, que se han acabado las fiestas de San Fermín!». Los mozos y mozas, portando velas, repiten el cántico varias veces acompañados por una banda de música y todos al final acaban entonando el famoso ''Uno de eneros, 2 de febrero, 3 de marzo, 4 de abril...« al tiempo que se quitan el pañuelo rojo que han portado al cuello desde el Chupinazo.
Como colofón, desde la contigua Plaza de los Burgos se lanza una traca de fuegos artificiales para marcar el final de las fiestas.
Hasta hace unos años, algunos de los que se acercaban a la plaza a cantar el 'Pobre de mí' de San Fermín después se dirigían a la Iglesia de San Lorenzo, lugar en el que se encuentran los restos del santo más taurino. Allí depositaban, ante la puerta del templo, el pañuelo rojo y la vela con la que cantaban el fin de fiestas. Este acto se ha acabado por convertir en una auténtica tradición en los festejos sanfermineros. A día de hoy son centenares de personas las que deciden acabar con este gesto los actos de San Fermín. A partir de este momento, a contar los días que faltan para el Chupinazo de 2019.
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