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Clara Alfonso
Valencia
Miércoles, 5 de julio 2023, 01:28
La limpieza adecuada y regular de la goma de la lavadora es fundamental para mantenerla en óptimas condiciones y evitar la acumulación de suciedad, moho y malos olores. Uno de los elementos de este electrodoméstico que acumula mayor suciedad es la goma que rodea el tambor, una zona propensa a almacenar residuos de detergente, restos de ropa y humedad, lo que puede favorecer la proliferación de bacterias y hongos. Si no se limpia con regularidad, puede convertirse en un foco de contaminación y afectar la eficiencia y durabilidad de la máquina.
Uno de los métodos más eficaces para acabar con la suciedad y los malos olores de la lavadora, es limpiar la goma con lejía. Un desinfectante potente que, además de eliminar todos los residuos, dejará un olor a limpio agradable.
Antes de comenzar, es importante tener en cuenta que la lejía debe manejarse con precaución. Asegúrate de leer y seguir las instrucciones de seguridad en la etiqueta del producto y utilizar guantes para proteger tus manos. Además, ten en cuenta que no todas las lavadoras son compatibles con la lejía, por lo que es recomendable consultar el manual de instrucciones de tu máquina antes de realizar este proceso.
Para limpiar la goma con lejía, primero debes diluir una pequeña cantidad de lejía en agua. La proporción exacta dependerá de la concentración de la lejía que estés utilizando, así que asegúrate de seguir las indicaciones del fabricante. Una vez diluida, empapa varios paños limpios en la solución y escúrrelos ligeramente para evitar que goteen demasiado.
Después, coloca los paños dentro de la goma de la lavadora, uno al lado del otro, asegurándote de cubrir todas las áreas afectadas, incluyendo las partes internas y externas de la goma. Una vez estén perfectamente colocados, deja que reposen como mínimo una hora, dependiendo de la acumulación de suciedad que presente. No obstante, conseguirás mejores resultados si dejas que la solución de lejía y agua actúe durante toda la noche. Durante este tiempo, es recomendable dejar la puerta de la lavadora abierta para facilitar la ventilación y evitar que el olor a lejía se concentre en el interior.
Al día siguiente, retira los paños de la goma y enjuágala con un trapo limpio y húmedo, para eliminar los restos que pudieran quedar, así como el exceso de lejía. En este sentido, es importante dejar la goma completamente libre de lejía para que no pueda estropear la ropa en futuros ciclos de lavado.
Este truco de limpieza es especialmente útil cuando has dejado pasar demasiado tiempo y te enfrentar a problemas persistentes en la goma de la lavadora. Sin embargo, es importante recordar que la lejía es un producto químico fuerte y debe manejarse con precaución.
En cuanto a la frecuencia de este tipo de limpieza, no debe hacerse con demasiada regularidad. Puedes optar por este método de limpieza profunda cada cierto tiempo, dependiendo del estado de la goma y la acumulación de suciedad. La limpieza mensual con lejía diluida en un paño limpio como mantenimiento regular, es suficiente para mantener la goma en buenas condiciones en la mayoría de los casos.
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