Cómo limpiar la mochila y dejarla impoluta para la 'vuelta al cole' sin usar la lavadora

La llegada de septiembre lleva implícitas muchas cosas. No solo el fin de las vacaciones para muchos trabajadores, también la vuelta al colegio e instituto para los niños y adolescentes. Un regreso que viene acompañado de una serie de rutinas, como la compra y preparación de todo el material escolar y la puesta a punto de la vestimenta.

Entre los diferentes útiles más utilizados por los jóvenes en la rutina escolar se encuentra la mochila. Un objeto que permite cargar con todos los libros, el estuche, el chandal para hacer deporte e incluso el bocata. Una batería de productos que no es lo mismo llevar en un macuto reluciente que en uno usado y maloliente.

Y es que es habitual que durante el período estival la mochila caiga en desuso y acumule suciedad y malos olores. Para volver a dejarla como el primer día y eliminar de una vez por todas la suciedad, la mayoría de las mochilas pueden ser lavadas en una lavadora normal, utilizando detergente para ropa. Se trata del método más sencillo, el más eficaz y también el más utilizado en la mayoría de los hogares.

Sin embargo, existen ciertos tipos de mochila que no pueden meterse en la lavadora y que tienen que lavarse a mano como consecuencia del material con el que están fabricadas. Para saber a qué grupo pertenece cada petate, primero se debe echar un vistazo a la etiqueta, que indicará si es apta o no para lavadora y cómo conseguir una limpieza adecuada sin estropear el material.

Si por lo que fuera perteneciera al segundo grupo y no es apta para lavar, el método conlleva un poco más de trabajo pero es factible de realizar en cualquier casa. Lo primero de todo vaciar la mochila por completo y localizar la etiqueta para saber qué tipo de productos se pueden utilizar. Después llenar un recipiente grande con agua tibia y un poco de detergente suave. Sumergir la mochila y frotar con un cepillo o un trapo, incidiendo especialmente en las zonas con manchas o mayor suciedad para eliminarlas. Cuando esté bien limpia enjuágala bien hasta que no quede ningún tipo de resto de detergente y deja secar la mochila al aire libre.

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