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Comunicado de los veterinarios a las personas que tienen dos gatos

Comunicado de los veterinarios a las personas que tienen dos gatos

Un mal reparto de los espacios higiénicos puede desencadenar desde marcajes indeseados hasta conflictos entre los propios animales

Martes, 6 de mayo 2025, 00:22

Los gatos son animales extremadamente sensibles a su entorno, y su bienestar emocional depende en gran parte del control que tienen sobre su territorio. Uno de los elementos más importantes para ellos es el acceso al arenero, un espacio íntimo y fundamental que debe gestionarse con especial atención en casas donde conviven dos o más felinos.

A menudo, los dueños cometen el error de pensar que un solo arenero es suficiente si se mantiene limpio. Sin embargo, los expertos lo desaconsejan tajantemente. «Cada gato necesita su propio arenero, y además, uno extra», señalan, recordando la regla de oro: número de gatos + 1. Es decir, en una casa con dos gatos deberían coexistir al menos tres areneros.

El problema va más allá de la limpieza. Los felinos, por naturaleza, son territoriales, y esto también afecta a sus rutinas higiénicas. Si se sienten presionados para compartir un espacio tan íntimo como el arenero, pueden comenzar a mostrar signos de incomodidad: orinar fuera de él, marcar zonas con orina o incluso buscar lugares escondidos —como sofás, camas o alfombras— para hacer sus necesidades. En los casos más graves, pueden producirse enfrentamientos entre los propios gatos, especialmente si uno impide al otro acceder al único arenero disponible.

Además, si un gato evita el uso del arenero por miedo o incomodidad, esto puede derivar en problemas de salud más serios, como infecciones urinarias o estreñimiento, al contenerse durante demasiado tiempo.

Para evitar este tipo de conflictos, los especialistas recomiendan colocar los areneros en diferentes puntos del hogar, lejos de comederos y bebederos, y en zonas tranquilas donde los gatos se sientan seguros. No deben estar escondidos ni demasiado expuestos, y es fundamental observar si ambos animales los utilizan con normalidad.

En definitiva, gestionar correctamente los areneros en hogares donde conviven varios gatos es una cuestión de salud, de comportamiento y de convivencia. Un pequeño cambio logístico puede marcar la diferencia entre una relación armoniosa y una tensión constante entre compañeros de bigotes.

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