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¿Por qué los gatos tienen miedo a los pepinos?

En Internet se viralizan los vídeos de estos animales huyendo asustados cuando ven la hortaliza

L. B.

Martes, 9 de noviembre 2021, 20:09

Cualquiera que haya convivido con gatos sabe que estos animales están llenos de sorpresas. Según los mitos, estos enigmáticos felinos siempre caen de pie o se sienten atraídos por los cementerios, entre otros comportamientos curiosos. Pero, ¿es cierto que tienen miedo de los pepinos?

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Este nuevo rumor sobre los gatos se ha extendido por Internet, donde abundan los vídeos de felinos que huyen asustados cuando ven un pepino. En YouTube, TikTok y otras plataformas se pueden encontrar gatos que saltan, corren o bufan al ver esta hortaliza.

En esta clase de vídeos, los dueños de los gatos colocan un pepino detrás del animal, o se lo muestran de forma repentina, por lo que el miedo podría deberse simplemente a una reacción a lo desconocido.

Esta reacción podría deberse, simplemente, a la sorpresa al encontrar un elemento desconocido en su territorio. Los gatos son animales muy territoriales que buscan conocer muy bien su entorno. De ahí los dichos y leyendas sobre la curiosidad de estos animales.

Esta es la teoría que apoya Roger Mugford, experto en comportamiento animal. Según su punto de vista, el miedo a lo desconocido es el origen del supuesto miedo a los pepinos de los gatos, y éstos reaccionarían igualmente frente a cualquier otro objeto que les pillase desprevenidos.

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Por otra parte, algunos expertos han especulado sobre la posibilidad de que los gatos realmente reaccionen a esta verdura en concreto. Por ejemplo, el especialista en comportamiento animal Con Slodobchikoff dijo a ABC News que los gatos «están genéticamente programados por instinto para evitar las serpientes». «Como los pepinos se parecen a las serpientes, los gatos les tienen miedo», concluyó.

No obstante, sea cual sea el origen de este miedo, cabe recordar que asustar a nuestras mascotas puede suponer un grave problema para su seguridad y su salud. No es conveniente espantar a un gato, que podría herirse al tratar de escapar, o podría cambiar su actitud hacia su dueño.

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