¿Qué le pasa a mi agapornis cuando está triste y ahueca las plumas?

Los agapornis son una de las mascotas mas habituales en nuestros hogares. Este ave es originaria del África ecuatorial, su hábitat natural es un clima con temperaturas cálidas y abundantes precipitaciones. A España llegaron con las primeras importaciones que hicieron los europeos. La moda empieza a aparecer en los años 60 y la generalización de criarlos comienza a darse en los 90.

Es un ave de pico curvo, se clasifica dentro del género de los psitaciformes, es decir, es uno de los loros más pequeños que hay, y existen nueve especies, aunque una de ellas ya está extinguida.

Los agapornis necesitan muchos cuidados. La higiene y la limpieza son esenciales. También la alimentación. Comen sobre todo fruta, verdura, pienso especial, semillas, brócoli, pimiento, calabaza. No debemos darles aguacate, perejil ni cebolla, que para ellos son tóxicos.

Es fácil saber cuándo nuestro agapornis está enfermo. Pierden el apetito, tienen la cabeza, cola o alas caídas. Adoptan una postura encorbada o encogida y ahuecan el plumaje. Vomitan, pierden peso y permanecen apáticos.

Otra cosa es saber qué les ocurre. La deficiencia de vitamina A y calcio son las enfermedades más comunes de estas aves. También son susceptibles a sufrir artritis y la enfermedad del hígado graso. Otras enfermedades muy comunes son la conjuntivitis, la pulmonía, la diarrea o el estreñimiento.

Si observamos alguno de estos síntomas, lo más aconsejable es acudir inmediatamente a un veterinario, ya que el agapornis puede estar gravemente enfermo y su salud puede empeorar muy rápido hasta morir.

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