Un hombre pasea a su perro por un parque. EFE/EPA

¿Por qué mi perro come hierba?

Si nuestra mascota come hierba de vez en cuando y no vomita, no tenemos que preocuparnos, ni regañar su conducta

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Viernes, 16 de abril 2021, 20:52

Ahora que la hierba y el césped empieza a crecer no hay que alarmarse si nuestra mascota la mastica en nuestros paseos de vez en cuando; en la mayoría de los casos es completamente normal. De hecho, el 80% de los perros la ingieren, los motivos más normales por lo que lo hacen son: dolor de estómago, incorporar ciertos nutrientes y minerales a su dieta, o como un hábito evolutivo.

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Si nuestro perro come hierba de vez en cuando y no vomita, no tenemos que preocuparnos, ni regañar su conducta, aunque sí debemos de estar atentos y asegurarnos de que no coma plantas nocivas para su salud. Pero en caso de que vomite, debemos de prestar atención, ya que puede deberse a que algo le ha sentado mal y no lo puede digerir bien o a que se ha tragado un objeto extraño y está comiendo hierba para provocarse el vómito y limpiar su estómago.

Si vemos que nuestra mascota busca hierba continuamente y siempre la vomita, es muy probable que tenga algún problema digestivo o que el pienso que le estemos dando no sea el correcto. En cualquier caso lo mejor es acudir al veterinario para que nos diagnostique qué es lo que le pasa.

Peligros en el jardín

El jardín, que ahora apetece disfrutar, también puede representar muchos peligros para las mascotas. La primavera es un buen momento para que el césped esté en plena forma. Sin embargo, muchos de los productos químicos que se utilizan en el césped y jardín pueden ser peligrosos. Los fertilizantes, herbicidas e insecticidas suelen ser venenosos. Siempre hay que leer las etiquetas y prestar atención al período de espera recomendado antes de permitir que la mascota vuelva al césped. Algunas plantas que queramos plantar este año en el jardín como las azaleas, ciclámenes, narcisos, adelfas, tulipanes, tejos o lirios del valle podrían ser venenosas para las mascotas. Por lo que antes de plantar algo que desconozcamos en nuestro jardín debemos asegurarnos que no afectarían gravemente a nuestros animales de compañía en caso de ingestión. También es importante recordar que las mascotas son diferentes, es posible que un perro mayor no enferme pero un pequeño cachorro sí, ya que, cuando empiezan a morder, quieren masticar cosas, así que hay que asegurarse de que esos «juguetes para masticar» involuntarios no sean peligrosos para ellos. También hay que considerar el nivel de actividad de la mascota y la raza; muchas razas son conocidas por su gran curiosidad no siempre positiva.

Por último, los insecticidas y el moho que crece en el abono pueden ser mortales. Para evitar la indigestión de estos agentes externos, deben mantenerse cerrados y en lugares protegidos y evitar que nuestros perros estén en el jardín si está recién abonado.

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La prevención es siempre la opción más fácil cuando se trata de proteger a la mascota de los peligros, pero si alguna vez uno se descuida, es importante conocer las señales de advertencia. Los vómitos, las convulsiones y el letargo anormal son todos síntomas comunes de la ingestión de tóxicos. Cada uno conoce bien a su mascota; si no está actuando normalmente, es hora de llamar al veterinario. También hay hospitales de mascotas y líneas telefónicas abiertas las 24 horas con las que poder comunicarse en caso de una emergencia, así que hay que asegurarse de tener sus números locales a mano.

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