Las medidas que aplican otros países para el regreso a los colegios que podrían llegar a España

Las vacaciones de verano están llegando a su fin y el inicio del curso escolar, a la vuelta de la esquina. Un regreso a las aulas que ya se ha dado en varios países europeos y que en España está lleno de incertidumbre.

Ante el progresivo aumento del número de rebrotes y, consecuentemente, de los contagios por coronavirus, la seguridad en las aulas está siendo cuestionada y se desconoce aún cuáles van a ser las medidas que adopte el sistema educativo español para que sus estudiantes vuelvan a los pupitres, pero de forma segura.

Las escuelas en varios puntos de Europa han abierto sus puertas a los alumnos y lo han hecho con diferentes medidas. A excepción de los Países Bajos, donde en pleno repunte del Covid-19 los colegios e institutos han comenzado a jornada completa, sin mascarillas y sin respetar las distancias, en el resto de centros europeos sí que se han adoptado una serie de acciones que podrían servir de guía para España.

En la mayoría de estos centros, el uso de las mascarillas es obligatorio en las zonas comunes, en el interior de las aulas durante las clases, en espacios al aire libre y en los desplazamientos cuando no se pueda garantizar una distancia de un metro. El personal del centro también ha de llevar este dispositivo de protección cuando no se puede mantener la separación, pero no será obligatoria en las clases de preescolar, donde los niños tampoco llevan. Además, profesores y trabajadores recibirán dos mascarillas al día en el caso de Francia.

En algunas escuelas e instituos, el regreso a las clases ha sido gradual, de manera que no han empezado todos los estudiantes a la vez. En el caso de Alemania, ante la posibilidad de rebrotes, las autoridades han preparado una alternativa para evitar el cierre de los colegios: garantizar una escuela a distancia, de manera que los profesores dispongan de ordenadores portátiles de trabajo y que todos los alumnos tengan acceso barato a internet.

Otra de las medidas que se han implantado en varios centros europeos ha sido la de combinar la enseñanza presencial con una a distancia, de manera que no se da una concentración de alumnos en las escuelas.