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Clara Alfonso
Valencia
Lunes, 4 de septiembre 2023, 00:35
Dentro de la esfera del cuidado y bienestar personal, nuestro cabello asume un papel de vital importancia. Su apariencia y estado no solo influyen en la percepción que tienen los demás sobre nosotros, sino que también impactan en nuestra autoconfianza y en cómo nos sentimos con nosotros mismos. No obstante, cuando surgen problemas como la descamación, el exceso de grasa o la caspa, mantener una buena salud capital puede volverse un desafío considerable. Es por ello que, conocer y poner en práctica una correcta técnica de lavado resulta esencial para abordar estos problemas de manera efectiva.
El motivo por el que la forma en la que nos lavamos el pelo puede tener un impacto en la aparición de problemas capilares, es que este proceso no solo afecta a la limpieza superficial sino que también influye en la salud del cuero cabelludo y la condición de los folículos capilares. Utilizar la técnica correcta puede ayudar a controlar la producción de sebo, reducir la acumulación de células muertas y fomentar un entorno propicio para un cabello saludable.
En el caso concreto de la caspa y la descamación, un lavado inadecuado puede contribuir a la acumulación de células muertas en el cuero cabelludo, lo que agravaría la irritación. Es por ello que te recomendamos que sigas estos sencillos pasos, si quieres mantener la caspa a raya:
- Enjuagar con agua tibia. Comenzar el proceso de lavado con un enjuague de agua tibia es fundamental. El agua tibia ayuda a abrir las cutículas del cabello, permitiendo una limpieza más profunda y efectiva. Esta apertura también facilita la eliminación de residuos y acumulaciones en el cuero cabelludo y el cabello, preparando la superficie para la aplicación del champú.
- Lavar con champú lo más natural posible. La elección del champú es esencial para abordar problemas capilares. Optar por un champú lo más natural posible puede ayudar a evitar la irritación y la acumulación de productos químicos en el cuero cabelludo. Además, algunas alternativas naturales, como el vinagre de manzana diluido, pueden ser beneficiosas para equilibrar el pH del cuero cabelludo y controlar la caspa.
-Volver a enjuagar. Después de aplicar el champú, es importante enjuagar completamente para eliminar cualquier residuo y asegurarse de que no queden restos en el cabello ni en el cuero cabelludo. Un enjuague adecuado también contribuye a mantener la limpieza y a prevenir la acumulación de productos.
- Usar acondicionador de medios a puntas. El acondicionador es esencial para mantener la hidratación del cabello y evitar la sequedad, especialmente en las puntas. Aplicar el acondicionador solo en las longitudes medias a las puntas ayuda a evitar que el cuero cabelludo se vuelva excesivamente graso, lo que es especialmente importante si se trata de cabello graso.
- Volver a enjuagar con agua fría. El último enjuague con agua fría es un paso clave para cerrar las cutículas del cabello. Las cutículas cerradas ayudan a retener la hidratación, aportan brillo y minimizan el daño causado por el medio ambiente y las herramientas de peinado. Además, el agua fría también puede contribuir a mejorar la circulación sanguínea en el cuero cabelludo.
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