El método desconocido para enfriar la cerveza en cuestión de minutos sin utilizar congelador ni papel de cocina

La llegada del verano es sinónimo de turismo, viajes y sobre todo mucho calor. Un patrón que se viene repitiendo en las últimas semanas en las que los mercurios se han disparado de manera considerable en diferentes puntos del territorio nacional.

Para poder combatir ese calor asfixiante uno de los remedios más eficaces, aparte de la playa o la piscina, es una buena bebida refrescante. Entre tales líquidos se puede encontrar la cerveza o algún otro refresco. Ese trago deseado por muchos en fiestas y reuniones y que sin embargo solo es factible si la bebida está fresca.

No obstante, en ocasiones puede darse ese dramático momento en el que se abra la nevera y no haya botellines frescos. ¿Qué hacer en ese instante? ¿El clásico truco de meter la cerveza al congelador envuelta en papel de cocina humedo? Hay otra alternativa.

Que no cunda el pánico. Hay un truco poco conocido para poder enfriar la cerveza en cuestión de minutos. Para ello solo se necesitan cuatro elementos, además de la bebida, que son agua, hielo, un cubo y sal.

El proceso es relativamente sencillo. Habrá que poner la cerveza dentro del cubo, llenarlo con agua y los hielos asegurándonos que la bebida está cubierta por completa y por último, introducimos la sal. Todo esto no sería posible sin el último elemento. En aproximadamente tres minutos, la cerveza estará lista para tomar.

La clave es lo que se conoce como reacción endotérmica. Y es que la sal para disolverse necesita calor y al echarla en agua con hielo la sal absorverá el calor de la botella o la lata. Eso hace que se enfríe mucho antes de lo que lo haría si no hubiera sal en el cubo. Eso sí, cuantas más botellas pongas, más lento será el proceso.

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