Marta Lozano se ha convertido, para los valencianos, en nuestra influencer más conocida, la joven que superó hace ya tiempo el millón de seguidores en Instagram y se ha convertido en una marca aspiracional para miles de jóvenes, que copian sus looks y para ... quienes se ha convertido en una prescriptora de belleza y 'lifestyle'. Su boda el pasado año con el odontólogo y empresario Lorenzo Remohí en Xàbia fue portada de revistas del corazón y es una invitada habitual de las alfombras rojas de los principales eventos a nivel nacional y también internacional.
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La joven empresaria, que tiene una marca de productos de belleza llamada Glowfilter -sus socios son su propio marido y Marta Lluch Seyda- ha apostado por los diseñadores valencianos en recientes apariciones. La última alfombra roja la pisó en el Festival de Málaga, donde lució una de las creaciones de la diseñadora Isabel Sanchis que vimos en la pasarela Mercedes Benz Fashion Week de Madrid hace apenas dos semanas. Se trata de un original y espectacular vestido 'naked dress', que es tendencia esta temporada, donde lo más llamativo es una gran flor blanca en el costado. Dice Isabel Sanchis que Marta Lozano, que había acudido como invitada al 'front row' de la pasarela madrileña, es un gran escaparate para dar a conocer sus creaciones.
Dos días antes de la inauguración del Festival de Málaga pudimos ver a Marta Lozano en los premios Ídolo, la gala de los influencers en la que estaba nominada en la categoría moda. En esta ocasión lucía un diseño del alicantino Juan Vidal, un vestido midi en color rojo creado en exclusiva para ella, con escote palabra de honor y un detalle en forma de flor que recorría el costado. Lo combinó con unos zapatos en vinilo rojo creados también por el diseñador. Ya había apostado en varias ocasiones por Vidal, la última en octubre del pasado año, en una gala Forbes, donde también estaba nominada. En aquella ocasión lució un minivestido azul que fue sensación.
En su propia boda apostó por un diseñador valenciano para el tocado que lució tras la boda, y que fue diseño del sombrerero valenciano Betto García, que se ha hecho un hueco entre las celebrities españolas. Marta Lozano ya ha recurrido a él en varias ocasiones. En la pedida de mano fue sensación con un diseño de Isabel Sanchis, confeccionado en gasa y que establecía un juego con los volúmenes con un impresionante lazo XXL sobre el hombro izquierdo. Marta Lozano combinaba el vestido con las sandalias joya Aillen de Magrit, la marca de zapatos que ha fascinado a la Reina Letizia, con sede en Alicante. Este modelo tenía tira al tobillo y estaba adornada con una cadena de Swarovski.
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