Cuando la pandemia aflojó los hábitos, la moda se desmelenó. Después de tiempo encerrados, de llevar ropa deportiva como uniforme diario, de no tener ocasión de arreglarse más allá de untarse de rímel los ojos, lo único que asomaba en el rostro, Instagram, el escaparate ... del siglo XXI, se convirtió en una variada paleta de colores vivos que venían a celebrar que por fin podíamos festejar cualquier cosa, incluso el hecho de poder poner un pie en la calle. A los colores flúor se han ido sumando tendencias cada vez más atrevidas, y llegaron los tops, las minifaldas, las transparencias, los minishorts y, este verano, llevar la ropa interior a la vista.
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Sí, es agosto, el calor aprieta, y veranear junto a la playa permite ser algo más atrevidas: un bikini o unas maxibragas y un vestido con transparencias han inundado las tardes y noches en el chiringuito. Una moda a la que se han sumado entusiastas mujeres de la Generación Z, pero también millenials i boomers. Pero, ¿se trata de una moda efímera que ha llegado para marcharse cuando empiecen a bajar las temperaturas?
Echar la vista atrás y observar las tendencias que han subido a las últimas pasarelas que avanzaban la moda otoño-invierno 2023-2024 ofrece algunas pistas, y la realidad es que llevar las bragas a la vista parece que ha llegado para quedarse. Aunque el frío apriete. Al menos es lo que apuntan las colecciones de diseñadores tan reconocidos como Lola Casademunt, Teresa Helbig y Roberto Torretta, que han apostado por los 'no pants' en la Mercedes Benz Fashion Week Madrid.
No sólo las pasarelas han apuntado a una moda que ha gustado y escandalizado a partes iguales. Varias 'it girls' se apresuraron a sumarse a lo que ya habían visto en las últimas colecciones, y donde grandes casas como Gucci o Dolce&Gabanna habían apuntado ya en 2022 la tendencia de olvidarse los pantalones en casa. De hecho, se ha venido a llamar 'no pants', y ha sido una vuelta de tuerca a la que se apuntaron entusiastas las hermanas Hadid, Kendall y Killie Jenner y, sobre todo, Chiara Ferragni.
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Y si viene el invierno, ¿cómo ir sin pantalones? Sí, regresan los abrigos y las gabardinas, también las botas altas, incluso por encima de la rodilla, que permitirán protegerse del frío y, al mismo tiempo, poder presumir de piernas. Y no hace falta tener que comprar a los grandes de la alta costura que desfilan en las pasarelas. Por ejemplo, Zara se ha apresurado a incluir, también en su colección de otoño-invierno, minishorts de varios estilos, la mayoría para una noche de fiesta, pero también para diario.
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