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Vísteme despacio que tengo prisa, y mejor empezando por los zapatos. Como lo hacen cada día Carlos Sales y Mario Selvi, quienes que se levantan ... siempre, seguro, con el mocasín derecho. Dos jóvenes valencianos que -como a menudo pasa con esta generación- tenían algo que contar y tras mucho darle vueltas, un día concluyeron que su mensaje tenía que tener forma de zapato. Worldly Studios es la marca de mocasines que pretende ser «la alternativa a las marcas convencionales», dicen Carlos y Mario. «Queremos democratizar el mocasín y revolucionar el sector del calzado».
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Un objetivo ambicioso, pero para el que han puesto ya más de una piedra. Empezando por la reciente entrada en la tienda multimarca WOW Concept (que es algo parecido a El Corte Inglés de la generación Z), siguiendo por figurar entre la cartera de marcas de Edmmond Studios, y terminando por «otras cosas que no podemos contar todavía», que también le gusta mucho decirlo a esta generación.
Mocasines de piel, hechos a mano y en España, con la garantía de ser un producto de bajo impacto ambiental. Con cuatro modelos para hombre y dos para mujer, cada uno con variaciones en distintos colores, Worldly Studios ofrece con su zapato clásico un producto duradero y de alta calidad.
Vistiéndose despacio, entonces, y con el propósito de enamorar a su público a través de su imagen, han ido construyendo, alrededor de sus mocasines, un estilo de vida, que bebe de la estética de los coches clásicos, de las películas del Hollywood de los 90, del golf, de largas tardes de verano en la costa italiana, de la corriente norteamericana del diseño space age. Un cóctel de referencias con las que Carlos y Mario, como amantes de la moda, han diseñado su imaginario con mucha delicadeza, a sabiendas de que es lo que necesitan para destacar dentro un mercado tan saturado. «Nuestro éxito es una alineación de imagen y producto, si tuviésemos la misma imagen vendiendo sudaderas no iríamos a ningún sitio, igual que si solo tuviésemos el producto sin haber construido esta imagen».
No fantasean con el sueño del fenómeno de Instagram, pegar el pelotazo no tienen ningún sentido para ellos, que aseguran que tienen más una visión largoplacista de la marca: comprometerse con puntos de venta alineados con sus valores, colaborar solo con prescriptores que amen su producto, preferir la calidad por encima de la cantidad, incluso cuando se trata de compartir contenido en redes sociales.
El crecimiento de su marca responde también a una tendencia al alza en el sector del calzado: los mocasines están de moda. Las zapatillas pasan a segundo plano y la moda empieza a rezar a los zapatos. Ahora los chicos malos también llevan mocasines, incluso con chandal los combina C. Tangana, quien los ha utilizado insaciablemente durante la construcción de su personaje, «el madrileño». Con lo que a Worldly Studios se le abren dos frentes, por un lado el público de estilo clásico, que lleva muchos años usando mocasines. Un perfil que huye de las tendencias, pero sin renunciar a la moda. Por otro lado, el amante del streetwear, con un corte más moderno, al que le gusta vestir siempre lo último. Y son Carlos y Mario, respectivamente, el fiel reflejo de sus buyer persona.
Sobre el futuro son claros: «nos gustaría tener nuestra propia tienda a finales de 2024, en Madrid». No hay oportunidad para la moda en la capital del Turia, menos cuando se trata de la emergente. «Nos encanta Valencia, amamos la terrata y queremos estar aquí», aseguran, «pero lo estamos moviendo todo en Madrid, teletrabajamos desde Valencia con la marca».
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