Dolores Cortés: «Durante años he sido médico y he diseñado bañadores en mi tiempo libre»

- Hay mucha actividad actualmente en la fábrica...

-Es que hacemos todo, desde los estampados, la colección, los prototipos… nuestra época de mayor intensidad empieza en octubre o noviembre hasta junio, porque no sólo somos diseñadores. Quienes se dedican a la moda se limitan a crear; nosotros también producimos.

-Sois un caso muy particular.

-En la Comunitat Valenciana somos los únicos, y me atrevería a decir que no sé si en España hay alguien más que fabrique como nosotros, y desde luego no con la intensidad que lo hacemos aquí.

-¿Cómo lo has conseguido?

-Son setenta años de trabajar sin parar, y siempre con la misma ilusión y las mismas ganas. De hecho, yo soy la segunda generación, pero la tercera ya está en marcha. Mi hijo, Óscar Colomer Font, es el CEO de la empresa y yo soy (ahora se dice así) la directora creativa. Él lleva toda la parte técnica, financiera, con sistemas informáticos que ha programado para nosotros mi marido, y que ahora se encarga de diseñar él. Los dos son ingenieros de caminos; mi marido ha sido catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia, y nos ha ayudado mucho. Y mi hijo, que estudió ingeniería como su padre, quiso centrarse en la empresa familiar.

-Dolores, pero en realidad tú tampoco ibas para diseñadora.

-Yo soy médico, y hasta hace unos pocos años he estado dedicada a las dos profesiones, por un lado la Medicina, y por otro la empresa familiar, así que diseñaba bañadores prácticamente en mi tiempo libre. El secreto ha sido tener ilusión y ganas en que saliera adelante, y trabajar mucho, claro.

-El bañador es un producto muy particular, dicen que muy complicado a la hora de fabricarlo...

-Los bañadores son un producto absolutamente artesanal, aunque combinemos la confección uno a uno con unos sistemas de corte muy avanzados. No es un trozo de tela que entra por un sitio y sale hecho por otro. Cada bañador tiene entre treinta y noventa pasos diferentes, que necesitan de una experiencia y habilidad muy grande por parte de quienes están en las máquinas de coser. Hacer un bañador que sea bonito y que siente bien no es fácil.

-¿Cómo son las colecciones que este verano nos encontraremos en las tiendas?

-Tenemos un target muy amplio, y nos dirigimos a un público que va desde un bebé hasta diferentes tipos de tallajes, edades y estilos. COn diferentes tipos de copas, la línea reductora, la colección de mastectomía, de premamás, Lola by Dolores Cortés, enfocada a mujeres más jóvenes... Además, las colecciones de bañadores se complementan con pantalones, monos, vestidos, camisas... Hemos diversificado mucho el catálogo, pero nuestra base es siempre el bañador.

-¿Cómo va tu cabeza?

-Mi cabeza nunca para. Ahora somos un equipo creativo de cuatro personas y que yo dirijo, en el que proponemos ideas que se nos ocurren, las discutimos, las modificamos, volvemos a empezar... estamos muy acostumbrados a trabajar juntos y a sacar grandes ideas adelante.