

Secciones
Servicios
Destacamos
Genis Whylan (nombre artístico) no encajaba en Collbató, aquel pequeño pueblo donde creció a los pies del Montserrat, y ahora sabe porqué. Ahora entiende qué ... le pasaba a aquel niño que quería vestir diferente, que no acababa de encontrar su lugar. «No es España un país que acepte la diversidad cultural», asegura Genis, que hace seis años se aventuró con un proyecto, diseñar sombreros personalizados, que ha logrado el éxito y ya tiene clientes como Lola Índigo, Luis Fonsi, Alejandro Sanz, Mikel Erentxun o Johnny Depp.
Pero si mira atrás, el camino no ha sido sencillo, desde aquel verano en Ibiza en el que conoció a un sombrerero. «Le hice de ayudante un tiempo y aunque no me enseñó ninguna técnica me despertó la ilusión de poder crear mi propia marca». Porque Genis siempre fue un apasionado de los sombreros, y desde adolescente los llevaba. «Baratos, los que me podía permitir», ríe, en una entrevista telefónica desde Hungría, donde da un concierto en su gira europea con Morris Madrone, un músico americano al que conoció gracias a su marca.
Pero Why Hats tardó en arrancar, sobre todo porque no era sencillo formarse. «Lo primero que hice fue buscar en Google, pero claro, es un pequeño sector donde suele haber mucho secretismo». Así que con mucha prueba y error nació una marca que se ha movido a su ritmo, el de Genis y su pareja, una valenciana llamada Anabel que fue quien propició que diera el salto a través de las redes y le dio una visibilidad que no tenía. «Primero los hacía para mí, luego algún amigo, y ahí te empiezas a animar. Pero yo compraba el material cuando me encargaban un sombrero, porque no tenía dinero para más». Hasta que un chico inglés le contactó porque quería un sombrero verde para la semana siguiente y probó a pintarlo con spray. «Flipó, nunca había visto un sombrero así. Y sin quererlo, había creado un estilo, una forma y unos colores que desconocía que podía hacer». Ahí dio el salto, y ya han salido de su taller de Torrent unos tres mil sombreros, cuarenta al mes, la mayoría de ellos personalizados. «Me encanta charlar con el cliente, conocerlo, crear una pieza juntos, porque surgen ideas que a mí no se me habrían ocurrido».
Desde aquel sombrero verde empezó a captar cada día más compradores y consiguió entrar en el mercado americano, que supone un 90% de su facturación. «Aquí en España la gente no acaba de entender que un sombrero pueda costar 600 euros, un complemento que desapareció en los setenta y nunca volvió». Estados Unidos es distinto, y de hecho su objetivo en un futuro es trasladarse para estar más cerca de sus clientes.
De momento, disfruta de un momento dulce, combinando Why Hats con la música, que le permite huir de rutinas y de horarios establecidos, viajando por medio mundo gracias a sus dos pasiones y conociendo a clientes que se convierten en amigos, porque a Genis le encanta esa parte de su trabajo. Y recuerda a aquel niño que creaba cosas sin parar, con una imaginación desbordante que estaba llamado a salirse de lo establecido.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.