Las joyas de Eugenia Bonet que son un reencuentro con las Esclavas y Benicàssim

Comenzó vendiendo a conocidas y en pequeños showrooms, algo que le permitió reencontrarse con muchas amigas. «Los eventos que organizamos me han servido para volver a ver a mi gente. Antiguas compañeras de colegio Esclavas, amigas de Benicàssim, compañeras de trabajo, de mi antigua falla Grabador y de la actual, Jacinto Benavente Reina Doña Germana«. De hecho, este año le han dado el 'bunyol de brillants' por sus treinta años como fallera. »La firma de joyería se ha convertido en este sentido en un lugar de encuentro que disfruto mucho«, cuenta Eugenia.

Poco a poco, fue creando un pequeño catálogo con pendientes, colgantes, anillos y chokers con mucho estilo. «Pienso en mujeres como mis amigas, con personalidad, que buscan cosas distintas, para todos los días y para ocasiones especiales. Mujeres que se gustan, que gustan y que disfrutan cada pieza».

Sanuke renueva sus colecciones con frecuencia, aunque mantiene algunas piezas que no pasan de moda y, además, tienen éxito. «Mis joyas son el resultado de mucho esfuerzo, de mucha ilusión y de intentar trasmitirla en cada pieza que sale de aquí», explica la fundadora. Para ella, la clave de su marca es diferenciarse del resto de la oferta y pensar siempre en sus clientas. «Sé que ellas buscan siempre la tendencia y cosas originales, no lo que lleve todo el mundo. Y eso es lo que yo intento ofrecerles en cada colección».

La colección de este verano se llama precisamente Unique porque esa es la filosofía de la firma, piezas especiales y originales. «De hecho -añade- tenemos unos collares de tela preciosos que no hay dos iguales. Y sé que hay mujeres únicas que saben apreciar y disfrutar las joyas».

Eugenia Bonet es una apasionada de los complementos. «Aunque visto de forma básica, me gusta mucho utilizarlos, creo que llevar una pieza importante como el choker aro o algunos pendientes pintones elevan inmediatamente el look».

Sanuke tiene tienda online propia y dos puntos de venta fijos. Uno en Purita, la tienda de Marta Vernetta en Ruzafa, con un público joven, y otra exposición permanente en El Telar de azúcar, en Poeta Quintana –«es una tienda que me encanta, con cosas diferentes; yo todo me lo compro allí y, además, la dueña es amiga mía, se llama Patricia Montalt y somos compañeras de pilates en el río con Potipilates», explica.

Y es que para Bonet su firma está tan vinculada a sus amigas que prácticamente todas son clientas y llevan joyas que ha hecho o ha elegido para ellas. «Además muchas clientas acaban siendo amigas y es una satisfacción personal muy grande cuando las veo o me mandan alguna foto».

Su objetivo para 2024 es expandir la marca a través de más puntos de venta que encajen con la firma. «Tengo pensadas algunas tiendas muy bonitas en Castellón y Madrid», añade la fundadora, que no deja de idear nuevas propuestas, como una línea especial de pendientes pequeños e hipoalergénicos -Sanuke Pharma- que se venden en farmacias (por ahora en Nuevo Centro y Farmacia Jesús), y otra línea para eventos, que permite encargar pequeñas piezas de regalo para los invitados y se pueden personalizar.