La legendaria historia de Pucci y dónde comprar sus míticos diseños en Valencia

Empieza el día, hemos llegado a la playa; desde aquí es un placer contemplar el mar cristalino de mil colores de Fuerteventura. Su color es cerceta, el que combina las propiedades calmantes del azul con el verde revitalizante que aquí se convierte en turquesa. Es un espectáculo maravilloso, que se mezcla con el extenso campo de dunas, del Parque Natural de Corralejo; de arenas blancas y finas. Es el viento, que las ha ido moldeado durante años, jugando con un paisaje que cambia de forma constantemente.

Hoy, fascinado por esta isla, por su energía y sus colores, por los grandes volúmenes de sus montañas volcánicas, por los contrastes que ofrece este paraíso de la naturaleza, pensaba en un diseñador al cual admiro profundamente, y al que quiero dedicar este artículo: Emilio Pucci. Sus estampados geométricos, su colorido vibrante, su manera de conjugar los colores como acuarelas que se funden entre sí y que forman figuras propias de un compás. Sus líneas redondas y envolventes, que en ocasiones cambian y se transforman como un caleidoscopio, han convertido a esta firma en un referente de estilo. Sus diseños reflejan un espíritu libre, transmiten felicidad y su filosofía despertó mi curiosidad por conocer su historia.

¿Quién es Emilio Pucci? Fue marqués de Basento, nació en Nápoles el 20 de noviembre de 1914 y falleció el 29 de noviembre de 1992 a los 78 años en Florencia. Descendiente de Catalina la Grande y de la familia de los Medici, fue emblema del «pop art» y el minimalismo, el diseñador favorito de grandes personalidades de la política, actrices y celebrities. Mujeres empoderadas de una época dorada; entre ellas, famosas del papel couche y la gran pantalla como Jackie Kennedy, Sofia Loren o Marilyn Monroe, entre otras. Comenzó diseñando trajes para esquiar, al poco tiempo, cautivado por la isla de Capri, abrió allí su primera tienda. Fue entonces cuando el universo Pucci comenzó a brillar por su manera de interpretar la moda; desde sus colecciones en los 60 y 70 hemos visto no solo ropa, además bikinis y bañadores, bolsos, gafas, accesorios y complementos, sin olvidar sus maravillosos pañuelos con sus estampados icónicos.

Desde entonces hasta nuestros tiempos han pasado varias décadas y su legado continúa; su hija Laudomina Pucci, formó parte de la empresa en los años 90. Pucci ha contado con grandes diseñadores, desde Christian Lacroix, Matthew Williamson y Peter Dundas, que ocuparon sucesivamente el puesto de directores creativos, hasta la actual Camille Miceli, que desde 2021 es la encargada de la trasformación y la nueva etapa de la firma. Su último desfile el pasado mes de abril en Roma fue un éxito absoluto. Allí vimos desfilar a modelos iconos como Christy Turlington o Eva Herzigova. Cerrando el desfile, Isabella Rosselini con caftán de gran volumen, luciendo estampados recuperados de los archivos de la casa. Sobre la pasarela, una colección desenfadada, femenina, con algún toque hippie. Vestidos de seda, camisas asimétricas, monos con detalles de cadenas y apliques de cuero, blazers XL, y cazadoras bomber. Nuevos aires de la mano de Miceli.

Volviendo a la figura de Emilio Pucci, leyendo su biografía descubrimos a un hombre adelantado a su tiempo, un visionario en la moda que dedicó parte de su vida a la política. Aventurero, viajó por todo el mundo, deportista, amante del esquí, emprendedor, creador de tendencias; supo rodearse de la «jet set» y grandes influencers del momento cuando todavía no se había inventado esa palabra. Me resulta fascinante su capacidad para diseñar y crear. Su mundo lleno de colores vivos y brillantes. Sus estampados han sido de los más imitados, pero nunca ha conseguido nadie eclipsar aquellas líneas magistrales que dibujan siluetas únicas. Maestro del buen gusto, ha sobrevivido a todas las épocas. Vestir Pucci es otro nivel, y se puede hacer sin salir de Valencia. Patos, la tienda que regenta con mucho gusto Lourdes López, vende algunas de las creaciones de la mítica firma italiana.

Como dijo una vez Bibiana Fernandez, un Pucci es para siempre y para cualquier ocasión, vestir con elegancia, sentir el refinamiento de sus diseños es un lujo que acaricia los sentidos. La actriz ha vestido de Pucci en muchas ocasiones. Del encuentro con Bibiana os hablaré en otra ocasión, porque es absolutamente enriquecedor hablar con ella, no sólo de moda de cualquier otro tema; es adorable.

Es la primera vez que visito esta isla y sigo hipnotizado por este mar, que cambia constantemente de color. Y, rodeado de tanta belleza, me pregunto: ¿Cómo serían aquellos veranos, aquellas fiestas? Las cenas de gala y la llegada de Pucci. ¿Cómo el maestro fue capaz de cambiar una sociedad que vivía en blanco y negro? Con él llegó el color. El verano se vestía de tejidos ligeros y vaporosos, que se mezclaban con la brisa del mar y el verde aguamarina. Desde Italia a la Costa Azul, viviendo el 'dolce far niente'.

¡Feliz Verano!