Una de las prendas de producción sostenible que se podían comprar en Secret Market. LP

Las marcas para construir un armario sostenible (y cómo afecta el cambio climático en Valencia)

La estilista Sol Mayordomo, la experta en moda Cristina Ordozgoiti y el arquitecto Vicente Pons dibujan cómo deben adaptarse las personas que quieren evitar dejar una huella contaminante con la moda

Domingo, 26 de mayo 2024, 01:05

¿Podrías renunciar a tu armario actual? ¿Tener sólo las prendas esenciales? ¿Hacer una selección de piezas de calidad y duraderas, que tengan materiales sustentables y que sean de producción ética? Esta es la definición de un armario sostenible, una aspiración cada vez más presente ... entre los jóvenes, y del que hablaron en una charla la propietaria de Ruzafa Fashion Week, Cristina Ordozgoiti, la asesora de imagen personal Sol Mayordomo y el propietario de la empresa de reformas integrales Kaleidoscope, Vicente Pons, moderada por la periodista Eva Montesinos.

Publicidad

Ordozgoiti reveló qué marcas son las más representativas del sector de la sostenibilidad, como SKFK, Sita Murt, eRains, Duuo shoes, García Jeans Wear, U.S. Polo Assn o Rinascimento, y que se podían comprar en el Secret Market que cerró sus puertas el pasado domingo, con más de 25.000 prendas rebajadas hasta el 70%. «Este tipo de moda es la que entra dentro de los armarios perdurables, prendas realizadas a conciencia», explicó la propietaria de Ruzafa Fashion Week. En el extremo opuesto, «la 'fast fashion' significa producir mucho y muy rápido, consumir mucho y, frecuentemente, desechar cada vez más rápido. El planeta tiene límites y con estas conductas los hemos superado ya. Por otro lado, la compra a lo loco y en exceso perjudica seriamente nuestro estilo y nuestro armario», aseguró Sol Mayordomo.

Cristina Ordozgoiti y Vicente Llorca (propietarios de Ruzafa Fashion Week), Vicente Pons (arquitecto y CEO de Kaleidoscope), la periodista Eva Montesinos y la asesora de imagen Sol Mayordomo. LP

Entre las diferencias de consumo entre hombres y mujeres, tanto Sol como Cristina y Vicente coinciden en que los hombres son «más sostenibles sin proponérselo». En gran parte «por la falta de alternativas, al no contar con tanta opción de variedad como las mujeres (vestidos, faldas, tops ,etc) y en parte porque tampoco les gusta mucho variar de color». Vicente confesó que su vestuario prácticamente es monocromático, de color azul marino y que sólo posee un traje de chaqueta.

En la charla también se habló de hasta qué punto ha afectado el cambio climático a la creación de un armario sostenible, ya que ya no tienen cabida como básicos prendas de mucho abrigo, al menos viviendo en Valencia. Cristina asegura que este invierno ya han detectado que apenas se han vendido abrigos. «Y aunque este año se han vuelto a poner de moda las botas UGG, no era una tendencia que se correspondía con una necesidad. Los plumíferos no han tenido salida en nuestros markets».

Publicidad

Sol Mayordomo cree que la generación más concienciada es la generazión Z porque ha crecido viendo los estragos del cambio climático, pero al mismo tiempo «son grandes consumidores de 'fast fashion'», un fenómeno que significa producir mucho y muy rápido, consumir mucho y desechar sin parar. Comprar a lo loco y en exceso perjudica seriamente nuestro estilo y nuestro armario«.

La estilista explicaba que no tiene sentido comprar prendas de producción sostenible o de segunda mano si se hace en exceso y sin sentido, ya que el problema continúa y apostó por el consumo sostenible. «De nada sirve tener prendas sostenibles en el armario si el consumo no lo es».

Publicidad

El problema es que sólo el 1% de la ropa que deshechamos vuelve a ser ropa, por eso es tan importante concienciar en reducir, no en comprar por comprar. Así, Mayordomo propuso que en el momento en que una prenda llega a su fin de ciclo en el armario, «regalársela a alguien de nuestro entorno, reformarla para actualizarla, venderla o intercambiarla».

Vicente Pons explicó cómo debe ser el diseño de un armario sostenible, que empieza por conocer los usos y necesidades presentes y futuras, de modo que todo lo que vayamos a proyectar sea lo más flexible posible. «En el caso del ropero, en las baldas por ejemplo utilizamos el sistema de cremallera en cuyos laterales te permite adaptar su altura a lo que se necesite en cada momento. A nivel diseño, les ayudamos a definir necesidades de espacio: para prendas cortas, largas, si necesitan traje de chaqueta en el que se combinen pantalones y chaqueta y lo quieren ver a simple vista…».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad