Leticia y Alerto, el día de su boda en la basílica de San Vicente Ferrer. ROD&CONE

La novia que se hizo viral gracias a un vestido de pétalos y ADN valenciano

Leticia elige a la diseñadora Isabel Sanchis para una creación con mucha personalidad

Sábado, 20 de julio 2024, 01:18

Algunas novias llevan vestidos tan especiales que en pocas horas se viralizan en redes sociales. Le pasó hace unos días a Leticia Ausina, una valenciana ... a quien le ha pillado por sorpresa la expectación que ha provocado su vestido de boda. «Desde el mismo día de la boda mis amigos empezaron a publicar fotos y stories en sus cuentas de instagram y me comentaron que estaba causando sensación, que mucha gente les preguntaba por el vestido», explica la novia, que acaba de regresar de su luna de miel en Singapur.

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Su vestido en realidad no es un vestido, sino uno dos piezas de casaca y falda diseñado por la valenciana Isabel Sanchis. «La falda es de crepe y el cuerpo es muy especial. Está realizado en gazar de seda bicolor cortada con dibujo geométrico, lo que le da un efecto visual precioso con el movimiento del mismo. Además cuenta con una lazada del mismo tejido en color negro», explica Paula Maiques, hija de Sanchis y tándem creativo junto con su madre de la firma que se llevó el premio a la mejor colección en la Mercedes Benz Fashion Week del año pasado.

Leticia Ausina sigue emocionada, no sólo porque la boda fue preciosa, sino porque está sorprendida por el vestido. Ella recuerda perfectamente cómo fue el proceso de selección. «Cuando Alberto me pidió que nos casáramos empecé a darle vueltas. No quería el típico vestido de novia, no por nada, sino porque ya sé lo que me queda bien, cuál es mi estilo, y sabía que no me iba a gustar. Siempre he tenido a Isabel Sanchis en la cabeza pero era como una opción segura. Vi otras marcas, me probé muchísimos vestidos, pero ninguno me convenció».

Cuando fue a la tienda de Isabel Sanchis empezó a probarse piezas de colección, aunque no fuesen de novia. «Allí me explicaron que cualquier diseño se puede confeccionar en blanco, cambiar el tejido, siempre respetando las líneas y sin perturbar el estilo. Me probé muchísimos, unos efímeros, otros encorsetados, pero no me veía con ninguno. En la tienda me recomendaron entrar en la web de la firma y ver todas las colecciones a ver si me gustaba algo».

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Eso hizo. Miró todas las colecciones de temporada, tanto las de invierno como las de verano. Al final en la colección de 2019 encontró una casaca que iba con una falda negra entubada, muy parecida a la que finalmente llevó la novia. «Me quedé pensando, me parecía ideal, pero como era muy atrevido me frené. Días después seguía dándole vueltas a la capa. Me daba hasta miedo enseñársela a mi madre y mi hermana. Al final fuimos a la tienda, no la tenían allí pero me la trajeron del taller y cuando me la probé supe que era lo que quería. Era mi estilo, encajaba con mi personalidad».

Una vez decidida por la casaca, Sanchis tuvo que adaptar un tipo de falda, algo que no fue fácil, encontrar el tejido, el blanco y el corte que acoplase. «Una vez que encontramos la falda, tuve que decidir si salía con el negro o sin el negro, una decisión que tardé en tomar una semana. Al final me atreví con el negro. Pensé que era una pieza muy arriesgada y el negro le daba ese toque super elegante. Si me había arriesgado con ella, ¿cómo iba a quitarle una de las características más importantes que tenía?». En la tienda también le recomendaron el negro, respetar la pieza como había nacido, y es verdad que la elegancia que le da el toque negro no se consigue con otro color. «La lazada en negro estiliza y le da personalidad».

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La falda tenía mucha cola y la novia no quiso pasar toda la noche con la cola enganchada con una muñequera, así que decidió encargar un segundo vestido tobillero y palabra de honor y se le ocurrió para seguir el estilo de la capa y que tuviese un nexo en común que le diseñasen una lazada enorme, con metros de tela, que se anudaba al cuello y se podía poner al lado o en la cintura. «Creamos un vestido divertido y muy polifacético porque pude jugar con la lazada para darle otro aire. Me permitió bailar y disfrutar de la fiesta mucho más que con la cola. Los dos vestidos fueron un acierto».

La novia tuvo algún momento de duda por la elección tan arriesgada del vestido. «Es verdad que tienes que llevarlo tú pero es inevitable pensar si a la gente le va a gustar, incluso a mi novio, pero creo que acerté y estoy super contenta. La moda es mi pasión, siempre me ha encantado aunque no me dedique a ella. Por eso estoy muy contenta de mi decisión».

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