Chicas, no os engañéis. Si el confinamiento tuvo algo de bueno es que nos dimos cuenta de hasta qué punto es cómodo el pijama. Y, ... de paso, ir sin sujetador todo el día. No tener que arreglarse más allá de ponerse colorete y rimel para la videollamada del día y una camisa con el pantalón del pijama abajo tenía sus ventajas, y tres años después de aquello, las consecuencias de haber estado metidas en casa las 24 horas todavía las sentimos. Y algunas para bien, porque este verano el pijama ha vuelto a salir a la calle. Admitámoslo, es una moda para atrevidas, pero la realidad es que los escaparates del siglo XXI, es decir, Instagram, se han llenado de imágenes de 'it girls' y famosas que pasean, van de compras, sacan a la calle a sus perros o se ven con amigas con unos looks que ya no nos parecen tan extravagantes. Tiene incluso un nombre, NBN, que no significa otra cosa que Netflix-baguette-Netflix. Es decir, como en España sacar la basura.
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La primera en atreverse fue Victoria Beckham hace nada menos que seis años, y lució un conjunto a cuadros de color rosa de algodón que dejó estupefacto al mundo de la moda. ¿Por qué iba por la calle en pijama? Pero aquella salida ha sido un antes y un después, y desde Tamara Falcó hasta Sarah Jessica Parker, pasando por Gigi Hadid o Jessica Alba, todas se han atrevido a lucir a la vista de todos una prenda que estaba reservada para lucir en la más estricta intimidad. Es más, hay quien lo ha hecho incluso en alfombras rojas, como Kirsten Dunst, y las marcas, claro, se han apresurado a incorporar esta prenda a sus colecciones. Algunas subiéndoles el precio, otras incorporando hombreras, entallados o tejidos variados -aunque es el raso quien se lleva este verano el protagonismo, en el que los vestidos lenceros también se han incorporado al street wear como nunca-.
Si hacemos una búsqueda por las colecciones de moda de las grandes firmas, todas han decidido apostar por conjuntos en blazer, camisa y pantalón con estampados similares, incorporando bolsillos laterales, acabados en las mangas o bajos o, sencillamente, replicando los cortes de los pijamas tradicionales. De hecho, en las imágenes se puede ver cómo un look de para salir a la calle es prácticamente idéntico que una prenda a la que la marca llama pijama. En realidad, se trata, además del atrevimiento, de cómo se combine. Unas sandalias con tacón, un recogido y unos pendientes pueden convertir una prenda reservada a las cuatro paredes de casa en un look perfecto para salir a cenar este verano.
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