San Saru: La popular joyería que ha aterrizado en Valencia

El entusiasmo por la llegada de 'San Saru' a Valencia fue evidente desde el momento que comunicaron la noticia a través de sus redes sociales. Más de 700 personas - de todas las edades - esperaban como agua de mayo la apertura de la tienda en la ciudad «llevaban años pidiendo la apertura de una tienda física aquí», explica una de las dependientas. A pesar de la lluvia y el frío, decenas de personas hicieron cola desde las 13 horas, cuatro horas antes del horario de apertura previsto a las 17 horas, pero es que en estos casos, no vale que te lo cuenten.

Una vez llegó la hora, las clientas comenzaron a entrar en la tienda, que tiene un total de 60m2 y una decoración muy cuidada que emula el concepto de la marca. Las 300 primeras recibieron un 'welcome pack' que incluía un tote bag, una pulsera con una caja, pegatinas y un joyero exclusivo. Las demás clientas también recibieron un detalle por parte de la marca. Además, por el tiempo de espera y en muestra de agradecimiento por la gran acogida, la marca repartió a todas ellas un trozo de pizza de Grosso Napoletano.

«Fue brutal, para nada nos imaginábamos ese recibimiento, sobre todo porque el día no acompañaba mucho», explica Carolina Álvarez, co-fundadora de la marca junto a Borja Pundik. Durante las dos semanas posteriores a la apertura, la tienda se ha convertido en el punto de encuentro de gente de todas las edades, a pesar de que su target son mujeres de entre 25 y 35 años. «No es una joya barata del todo y la gente de esta edad tiene más poder adquisitivo», explica una de las dependientas de la tienda.

La empresa nació en 2015 con una página en Instagram como hobbie de Carolina y Borja con el fin de compartir sus aventuras y vender 'cositas bonitas' que traían consigo de sus viajes por Asia. Y que poquito a poco fue perfilándose en una tienda de joyas de plata, diseñadas por la misma Carolina desde Mataró, Barcelona, su ciudad natal, pero con la esencia de sus travesías por el continente asiático.

Un producto de calidad con estilo propio y su compromiso con los clientes son el secreto del éxito de esta marca. Con un promedio de casi 800 mil seguidores en Instagram, su canal por excelencia, se consolidan como líderes en el sector de la joyería en redes sociales en el ámbito nacional.

Todas sus joyas son de plata de ley 925 -considerada de alta calidad en la industria de la Joyería-, están hechas a mano y el diseño es entre boho, hippie y étnico. Es una línea diferente y original de joyas frente a la joyería tradicional, algo que ha gustado mucho al público joven. Sus combis de anillos con diferentes formas, ajustables y con piedrecitas naturales, pulseras, pendientes, tobilleras y collares han cautivado a todo su público.

Desde el mismo momento que San Saru vio la luz, no ha dejado de crecer hasta el punto de ser a día de hoy un equipo de 47 personas. Algunos de sus objetivos a corto plazo son «expandirnos a otras ciudades y puntos de España y seguir organizando encuentros con nuestros clientes, que son lo más importante para nosotros», explica Carolina, con los ojos puestos ya en Madrid y Sevilla.