María Gómez de Mebranilla y Patricia Salinas, las dos mujeres tras Sardine. LP

Sardine, la firma de bañadores que nació entre Dénia y Xàbia

María Gómez de Membranilla y Patricia Salinas llevan ya cuatro temporadas diseñando bañadores hechos en Valencia e inspirados en el Mediterráneo

Jueves, 25 de julio 2024, 00:43

Es posible que no haya nada más inspirador para un valenciano que el mar, y más cuando se trata del Mediterráneo. María Gómez de Membranilla ... y Patricia Salinas andaban en busca de bikinis con diseños bonitos, divertidos y cómodos que pudieran usar ellas mismas, cansadas de encontrar sólo marcas para sus niños, y como no dieron con una, decidieron crearla ellas mismas. Amigas de toda la vida, María es asidua a Dénia y Patricia a Xàbia, llamaron a su marca Sardine, en honor a la Costa Blanca de la que tanto disfrutan cada verano. Y así fue como en 2021, hace ya cuatro temporadas, se lanzaron de la mano a esta aventura.

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«Teníamos ganas de hacer algo juntas porque siempre hemos tenido mucho 'feeling'», confiesan ambas. Con este pretexto sólo podía salir algo bueno, honesto y mediterráneo, pues Sardine es de las firmas que cuida cada detalle y pone en cada uno de sus modelos mucho mimo. Está producida en Valencia, en reducidas colecciones y buscando por encima de todo la comodidad. «Nos gusta mucho la moda, pero sobre todo ir cómodas para poder disfrutar del mar». De hecho, algún modelo que no ha sido cómo no lo han repetido la siguiente temporada.

Algunos modelos de la colección Sardine.

Cada septiembre regresan a Valencia y se ponen a trabajar en la nueva colección: «primero buscamos tejidos que nos inspiren, y a partir de ahí ideamos el modelo, que debe ser práctico tanto para bañarte como para tomar el sol. Una vez elegido el modelo se seleccionan los colores de los hilos, las gomas y los forros y lo hablan con el taller que les cose la producción». «Son unos artistas», aseguran. Ellos las ayudan con los patrones y las rectificaciones necesarias, se hace un prototipo y a partir de ahí el resto», cuentan Patricia y María, que lucen ya por las playas su nueva colección.

La cantidad de bikinis está limitada a lo que la tela les permite, haciendo más especial todavía cada modelo, que cuenta con unidades limitadas. Aunque al principio su círculo de clientas eran cercano, la marca ha empezado a crecer poco a poco, e Instagram se ha convertido también en un canal de venta habitual, además de los distintos 'markets' y 'showrooms' a los que asisten. «Nuestra idea es seguir trabajando así e ir creciendo cada año un poco más. Hacemos esto porque nos encanta y disfrutamos mucho con todo el proceso, así que ojalá podamos seguir durante mucho tiempo», concluyen las dos.

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