Las tiendas vintage más premium de Valencia

Así, las calles de Valencia albergan, desde hace ya muchos años, algunas de las mejores tiendas vintage del país. Aquí una lista de las más selectas, las que venden piezas de lujo y de calidad. Curadas por profesionales, con nombres y apellidos, que hacen de la venta vintage su pasión, una disciplina que requiere sin duda tener el don.

En el año 2016 María Ángeles Miguel abrió El Vestidor Vintage después de haber trabajado muchos años como 'store manager' en grandes firmas como Hermès o Salvatore Ferragamo. Su magnífica ubicación en Gran Vía Germanías número 14, la convierte en un parada obligatoria para locales y turistas amantes del vintage. Aquí se pueden encontrar principalmente piezas de segunda mano, pero también muchas otras vintage que el equipo selecciona una a una, tratando siempre, eso sí, de piezas de lujo. Marcas como Loewe, Christian Dior, Chanel o Gucci, comparten espacio con diseñadores españoles como Pertegaz, Sybilla, Manuel Piña o el valenciano Francis Montesinos.

Mon Petite Vintage es de esas tiendas que de pronto un día te encuentras y te hacen sentir feliz como cuando te hacen porque sí un regalo. Su dueño, Alberto, es una suerte de gurú del vintage y tiene siempre la solución perfecta (unas veces en forma de artículo y otras en forma de consejo) a todos los fashion problemas. Los complementos, sobre todo las joyas, las gafas y los bolsos, son el fuerte de este negocio, aunque también se pueden encontrar prendas de vestir de lujo, tanto vintage como de segunda mano. Loewe o Celine de los 90, Burberry, Gucci o Christian Dior en la plaza del Mercat número 12.

Con más de 15 años de experiencia, el Rastrillo de Arantxa es el negocio pionero en la ciudad en el sector de la moda de lujo de segunda mano, y también vintage. Aquella que sueñe con comprarse unos Manolos en Valencia, se ha topado con el lugar indicado. Está ubicada en el casco antiguo de la ciudad, en la calle del Dr. Romagosa, 3, y es Arantxa Botella, experta en lujo, la que selecciona cuidadosamente todas sus piezas. Prendas de algunas temporadas atrás de de firmas como Hermés, Gucci, Prada, Louis Vuitton… Lo recomendable es visitar la tienda cuanto más mejor, porque nunca se sabe cuándo llegará un nuevo tesoro.

Ha pasado de ser una tienda de moda vintage a convertirse en un sello de diseño de referencia en la ciudad. Empezaron en el vintage cuando aún no estaba de moda, vendiendo prendas de ropa y complementos. Con el tiempo han ido moldeando su identidad hasta encontrar su sitio y ahora dan una nueva vida también a piezas de interiorismo. Su filtro para la selección, es sin duda la calidad, y eso se aprecia en tanto en la unicidad de las piezas, como en la escasez, que las vuelve aún más exclusivas, manteniendo un precio accesible para su público joven. Es el claro ejemplo de que la Generación Z no entiende la moda -y tampoco el mundo- sin el vintage.