El municipio español donde nacieron tres emperadores romanos

En la provincia de Sevilla, dentro de la comunidad autónoma de Andalucía, se encuentra Santiponce, una localidad que alberga uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de España: las ruinas de Itálica. Este enclave, fundado en el siglo III a. C. por el general romano Escipión el Africano, se convirtió en una de las principales ciudades de la Hispania romana y pasó a la historia por ser la cuna de tres emperadores: Trajano, Adriano y, según algunos estudios, también Teodosio I.

Escipión el Africano estableció Itálica como un asentamiento para sus tropas tras vencer a los cartagineses en la Segunda Guerra Plica como un asentamiento para sus tropas tras vencer a los cartagineses en la Segunda Guerra Púnica. Con el paso del tiempo, la ciudad prosperó gracias a su ubicación estratégica cerca del río Betis (actual Guadalquivir) y a la riqueza de sus tierras. Durante el gobierno del emperador Augusto, Itálica alcanzó el estatus de colonia romana, recibiendo el nombre de Colonia Aelia Augusta Itálica.

Esta ciudad fue clave en la administración del Imperio Romano en Hispania y se convirtió en un importante centro de comercio, cultura y formación política. De aquí surgieron figuras como Marco Ulpio Trajano, quien se convirtió en el primer emperador de origen hispano en el año 98 d. C., y su sucesor, Publio Elio Adriano, conocido por consolidar las fronteras del imperio y promover las artes y la arquitectura. Siglos después, Teodosio I, emperador entre los años 379 y 395, también podría haber sido originario de esta ciudad según algunas fuentes.

Durante los siglos II y III d. C., Itálica vivió su mayor esplendor. Su urbanismo reflejaba la grandeza de Roma, con calles pavimentadas, acueductos, templos y un majestuoso anfiteatro con capacidad para 25.000 espectadores, lo que lo convierte en uno de los más grandes del Imperio Romano.

Sin embargo, a partir del siglo IV, la ciudad entró en decadencia debido a la crisis del Imperio Romano y las invasiones germánicas. Con la llegada de la época visigoda, Itálica perdió su importancia y sus estructuras comenzaron a deteriorarse. En la Edad Media, el lugar fue conocido como Tálika y, con el paso de los siglos, las ruinas fueron utilizadas como cantera para otras construcciones cercanas.

En 1301, sobre las ruinas de Itálica, se fundó el Monasterio de San Isidoro del Campo, un importante centro religioso que marcó el origen de Santiponce. La localidad moderna comenzó a desarrollarse en el siglo XVII, cuando los habitantes de la zona se asentaron en las inmediaciones del monasterio tras unas inundaciones que destruyeron la antigua población.

Hoy en día, las ruinas de Itálica siguen siendo un testimonio invaluable de la grandeza de Roma en Hispania. El sitio arqueológico es uno de los más visitados de Andalucía y forma parte de la candidatura para ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

• Temas
• España