El Papa muestra por primera vez una «buena respuesta» a la terapia contra la neumonía

Otros indicios que invitan a un cauto optimismo vienen del hecho de que el Papa continúe sin fiebre, que sean «estables» los resultados de sus análisis de sangre y que hayan «mejorado los intercambios gaseosos», es decir, que su sangre está recibiendo más oxígeno que antes. En cualquier caso, Francisco continúa recibiendo por las noches «ventilación mecánica no invasiva», mientras que durante el día tiene un suministro de oxígeno «de alto flujo» por medio de unas cánulas nasales. Los médicos mantienen de manera «prudencial» el pronóstico reservado a la espera de que los próximos días confirmen esta mejoría inicial del cuadro clínico del Pontífice. La estabilización de su situación va a llevar a que este domingo no se publique un nuevo parte médico, siempre eso sí que no se produzca una nueva crisis. Habrá que esperar por tanto hasta el lunes para conocer ulteriores informaciones del equipo sanitario sobre la evolución del Papa, aunque la Oficina de Prensa de la Santa Sede continuará dando indicaciones generales sobre su estado.

Durante este sábado, el día número 23 desde que fue ingresado en el Gemelli, Francisco recibió la Eucaristía y estuvo un tiempo rezando en la capilla que hay junto a su habitación, situada en la décima planta del hospital. Por la tarde aprovechó para descansar y trabajar durante un rato. Sigue además realizando fisioterapia motoria activa, destinada a mejorar su movilidad, además de ejercicios respiratorios, con los que se pretende potenciar su respuesta en caso de que tenga nuevos episodios de ahogo. Está previsto que mañana, por tercer domingo consecutivo, no dirija el rezo del Ángelus, aunque el Vaticano seguirá publicando un texto con unas palabras del Pontífice. Tampoco podrá participar en los ejercicios espirituales de la Curia romana, que se prolongan hasta el próximo viernes, aunque los seguirá en «comunión de oración», según informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede.