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Darío Menor
Roma
Martes, 18 de marzo 2025, 09:51
Si no surgen ulteriores complicaciones con la neumonía bilateral que sufre, de la que trata de recuperarse en el hospital Gemelli de Roma, donde lleva ingresado desde el 14 de febrero, el Papa Francisco debería recibir el alta médica antes del 8 de abril, ya que ese día tiene previsto recibir en el Vaticano a los Reyes de Inglaterra, Carlos y Camila, en su visita a Roma con motivo del Jubileo de este año, que se celebra cada cuarto de siglo. El anuncio del viaje, realizado en la noche del lunes por la Casa Real británica, tuvo que contar con el visto bueno de la Secretaría de Estado de la Santa Sede, que contempla una reincorporación de Jorge Mario Bergoglio a las actividades propias de su cargo como obispo de Roma ya en la semana previa a las celebraciones de la Pascua, el tiempo litúrgico más importante del año para los católicos junto a la Navidad.
La situación clínica del Papa se mantiene «estable» y con «leves mejorías» aunque las últimas informaciones facilitadas por fuentes vaticanas descartaban un alta en pocos días debido a lo lenta que transcurre su recuperación, al tratarse de un paciente de 88 años, que fue ingresado con una fuerte infección polimicrobiana en las vías respiratorias y que arrastra enfermedades pulmonares crónicas. Los médicos que le atienden en el Gemelli, no obstante, ya levantaron la semana pasada el pronóstico reservado al considerar que no estaba en peligro «inminente», pero se tomaron tiempo para seguir evaluando su evolución, por lo que el próximo parte sobre su salud no se dará a conocer hasta este miércoles. Francisco sigue recibiendo oxígeno «de alto flujo» por medio de unas cánulas nasales durante el día, aunque hay momentos en que respira por sí mismo y sin ayudas externas, mientras que por la noche utiliza un sistema de «ventilación mecánica no invasiva».
Durante su hospitalización en el Gemelli, el Papa dedica la mayor parte del tiempo al descanso y a la oración, aunque también tiene huecos para el trabajo, para llamar por teléfono a la parroquia de Gaza y para escribir alguna carta. Es lo que ha hecho con el director del 'Corriere della Sera', Luciano Fontana, al que le envió una misiva publicada este martes por el diario en la que afirma que en «este momento de enfermedad», la guerra le parece «todavía más absurda» y destaca que la «fragilidad humana» tiene el poder de «hacernos más lúcidos respecto a lo que dura y a lo que pasa». También invita a los periodistas a «sentir la importancia de las palabras» y pide finalmente que se «desarmen las palabras, para desarmar las mentes y desarmar la Tierra».
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