redacción
Martes, 9 de noviembre 2021, 12:16
Daphne y Alexander Cardinale, unos padres de California, han demandado al Centro de Salud Reproductiva de California por implantarles el embrión equivocado y criar durante treses a la hija de otra pareja que también acudió a dicho centro. Tras una prueba de ADN a las bebés, confirmaron que no guardaban ningún parentesco entre ellos.
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Las sospechas comenzaron cuando los Cardinale observaron que la niña tenía un tono de piel más oscuro que el suyo. Aunque, tal y como contaron al programa de televisión NBC News, quisieron confiar de la clínica, con el paso del tiempo la diferencia se hizo más evidente. La madre, Daphne, asegura que este error le ha causado "un trauma duradero" por el hecho de no haber podido gestar y vincularse con su hija durante el embarazo.
También han denunciado al propietario del centro, el doctor Eliran Mor, por malas prácticas médicas, incumplimiento del contrato, negligencia y fraude. "Me robaron la posibilidad de llevar a mi propia hija. Nunca tuve la oportunidad de criarla y vincularme con ella durante el embarazo, de sentir sus patadas", confesó Daphne.
La otra pareja ha preferido mantenerse en el anonimato, aunque también demandará a la clínica junto a los Cardinale, según ha explicado el abogado de los cuatro, Adam Wolf. Estos casos son poco frecuentes, pero se podrán ver más en el futuro, pues en 2018 ya habían ocho millones de niños que habían nacido de esta manera.
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