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A.p/ep
Jueves, 4 de agosto 2022, 00:24
Para combatir las altas temperaturas del verano, es muy popular acudir a las playas a darse un baño y de esta manera redrescarse un poco. Pues bien, uno de los mayores miedos de los bañistas son las medusas. Estos pequeños animales marinos son conocidos por sus picaduras ya que inyectan veneno en su presas para paralizarlas, aunque por el simple contacto pueden inocular este veneno. Para las personas, dependiendo del tamaño de la medusa, la gravedad de la picadura será mayor o peor.
Pese al temor popular que infunden, es poco probable que una medusa te pique. Sin embargo, en caso de que se produzca la picadura de una medusa hay que saber como actuar. En primer lugar, no se deben seguir todas esas leyendas populares. No hay que echar agua dulce sobre la herida, cubrirla con arena y mucho menos rociarla con orina. Por el contrario, la doctora Sonia Pérez Valle, pediatra de Vithas Valencia 9 de Octubre, recomienda en primer lugar limpiar la zona afectada si puede ser con suero fisiológico y en caso de no haber con agua salada. Una vez limpia la zona, para disminuir el escozor de la picadura, se debe aplicar frío a la zona afectada durante 15 minutos aproximadamente, pero no el hielo directamente sobre la picadura, sino cubierto con algún paño o toalla. Tras estas pautas iniciales, en general, la clínica pospicadura suele ceder en pocas horas.
La doctora explica que aunque la sensación es muy molesta, con picor y la aparición de rojez, hinchazón, vesículas y pústulas, «normalmente no implican gravedad». No obstante, en algunos casos pueden aparecer síntomas parecidos a una reacción alérgica grave.
Además, los niños son un grupo de riesgo, ya que, en proporción, la superficie de piel afectada es mayor que en un adulto, y además tienen la piel más fina, por lo que el veneno la atraviesa mejor. En esos casos es mejor llevarlo a la caseta del socorrista, un centro de salud o un puesto de la Cruz Roja para observar que los síntomas no van a más ni aparecen nuevas señales como la dificultad respiratoria.
Excepcionalmente se debe acudir a urgencias, tanto con niños como con adultos, cuando se produce un shock anafiláctico, es decir, una reacción alérgica grave al veneno de la medusa.
En estos casos, la distribución del veneno por todo el organismo puede conducir a una sensación de opresión torácica, calambres musculares e incluso dificultad respiratoria y de manera más rara la sintomatología puede ser de mayor gravedad, y cursar con una alteración del sistema nervioso central llegando a convulsionar.
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