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M.P.
Martes, 24 de mayo 2022, 12:56
Si hay una planta de interior por excelencia, y que nunca falla en ninguna casa, oficina o local comercial, esa es el Potos, también conocida como Pothos, Potus o Epipremnum aureum. Es una de las especies más populares y más fáciles de cuidar, aunque esto no significa que debamos desatenderla.
El Potos es una planta nativa del sudeste asiático, concretamente de Malasia e Indonesia, y también de Nueva Guinea, y una de sus principales características es la resistencia. Es una planta trepadora del bosque tropical y sus hojas son de un color verde intenso, teñidas con dibujos de color crema. Además, puede alcanzar una altura máxima de 20 metros.
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Según Jardinatis, el canal de Hogarmanía, el potos es una planta muy resistente que requiere exposiciones muy luminosas para mantener todo su follaje en condiciones. Con falta de luz, el poto pierde las hojas inferiores y desarrolla tallos largos y débiles que crecen en busca de la luz. Es importante que la luz no sea directa, es decir, que esté tamizada a través de una cortina.
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Debe ser moderado, pues un exceso de agua provoca en la planta el amarillamiento de las hojas y su posterior caída. Un consejo de Jardinatis: Dejar que la tierra se seque entre riegos y pulverizar sus hojas con frecuencia y con agua tibia.
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Conviene abonar la planta cada mes en proceso de crecimiento y cada tres meses en periodo de descanso.
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Cuando veamos que los tallos de nuestra planta vayan perdiendo hojas en su base y queden prácticamente desnudos, es mejor podarlos para que no quede deslucida.
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Tal y como recomiendan en la web de Consumer, no es recomendable mudar el ejemplar de maceta al menos hasta que pasen dos años del último trasplante, ya que se trata de una planta que sufre y se estresa bastante ante los cambios de recipiente y de sitio.
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Por último, no conviene que la planta reciba corrientes de aire de forma directa.
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El Potos tiene la capacidad multiplicarse de forma muy veloz por esquejes a través del cultivo hidropónico, es decir, solo con agua. Una simple hoja con su tallo sumergido en un vaso de agua puede ser el origen de un ejemplar tan grande como aquel del que proviene.
Esta planta es conocida por su cualidad para purificar el aire, absorbiendo y eliminando sustancias tóxicas como el formaldehído, que se desprende de muchos materiales y elementos habituales en la casa, así como el benceno y el xileno.
Además, según explican desde Consumer, el Potos no es una planta que sufra con frecuencia el ataque de plagas o enfermedades. En todo caso, cuando las padece, son sobre todo por parte de cochinillas, arañas rojas, bacterias u hongos. Para combatirlas, es conveniente emplear plaguicidas y, en caso de que la afección sea grave, directamente eliminar las partes dañadas de la planta.
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