Urgente Un incendio en un bingo desata la alarma en el centro de Valencia y deja 18 atendidos por humo
Marc Abrahams, presentador de la IG Nobel. YOUTUBE.

Los IG Nobel que hacen reír y luego pensar premian un estudio para conseguir que los cotillas digan la verdad o mientan

Entregados por auténticos ganadores de los Nobel, los premios han distinguido en 2022 un trabajo que explica por qué ascienden antes las personas que tienen más suerte que las que tienen más talento

REDACCIÓN

VALENCIA

Viernes, 16 de septiembre 2022, 11:02

Los Premios IG Nobel son una parodia estadounidense del Premio Nobel, unos galardones que reconocen los logros de diez grupos de científicos pero que para obtenerlos se debe conseguir «primero hacer reír a la gente, y luego hacerla pensar».. La entrega de premios de 2022 se ha realizado el 15 de septiembre y ha vuelto a conseguir su objetivo: se ha premiado trabajos que explican por qué ascienden antes los que tienen más suerte que los que tienen más talento, u otro que ha creado un algoritmo para ayudar a los cotillas a decidir cuándo decir la verdad y cuándo mentir.

Publicidad

Organizado por la revista de humor científico Annals of Improbable Research (AIR), los premios son presentados por una serie de colaboradores que incluye a auténticos Premios Nobel, en una ceremonia organizada en el Sanders Theatre, de la Universidad de Harvard. Su filosofía, al final de todo, es todo menos ridícula: «Los premios pretenden celebrar lo inusual, honrar lo imaginativo y estimular el interés de todos por la ciencia, la medicina, y la tecnología».

Los primeros Premios Ig Nobel fueron adjudicados en 1991, aunque en aquella época eran premiados descubrimientos «que no podían, o no debían, ser reproducidos». Con la excepción de tres premios en el primer año, los Premios Ig Nobel son para verdaderos logros, aunque también se han concedido para realizar críticas veladas, como el otorgado por la investigación sobre la homeopatía.

Los premios de 2022

Este año también han sido premiados trabajos curiosos, como el que demuestra que los corazones de las personas enamoradas por primera vez laten sincronizados, o aquel que explica que los pacientes con cáncer que se someten a tratamientos de quimioterapia sufren menos efectos secundarios perjuidiciales cuando toman helado.

Estos son los Premios IG Nobel 2022, con los equipos que han desarrollado los trabajos en cada materia y el tipo de proyecto realizado:

Paz: Junhui Wu, Szabolcs Számadó, Pat Barclay, Bianca Beersma, Terence Dores Cruz, Sergio Lo Iacono, Annika Nieper, Kim Peters, Wojtek Przepiorka, Leo Tiokhin y Paul Van Lange, por desarrollar un algoritmo para ayudar a los cotillas a decidir cuándo decir la verdad y cuándo mentir.

Publicidad

Medicina: Marcin Jasiński, Martyna Maciejewska, Anna Brodziak, Michał Górka, Kamila Skwierawska, Wiesław Jędrzejczak, Agnieszka Tomaszewska, Grzegorz Basak y Emilian Snarski, por demostrar que cuando los pacientes se someten a algunas formas de quimioterapia tóxica, sufren menos efectos secundarios perjudiciales cuando el helado sustituye a un componente tradicional del procedimiento.

Física: Frank Fish, Zhi-Ming Yuan, Minglu Chen, Laibing Jia, Chunyan Ji y Atilla Incecik, por intentar comprender cómo los patitos consiguen nadar en formación.

Literatura: Eric Martínez, Francis Mollica y Edward Gibson, por analizar qué hace que los documentos legales sean innecesariamente difíciles de entender.

Publicidad

Economía: Alessandro Pluchino, Alessio Emanuele Biondo y Andrea Rapisarda, por explicar matemáticamente por qué la mayoría de las veces el éxito no recae en las personas con más talento, sino en las más afortunadas.

Cardiología aplicada: Eliska Prochazkova, Elio Sjak-Shie, Friederike Behrens, Daniel Lindh y Mariska Kret, por buscar y encontrar pruebas de que cuando las nuevas parejas románticas se encuentran por primera vez, y se sienten atraídas la una por la otra, sus ritmos cardíacos se sincronizan.

Publicidad

Biología: Solimary García-Hernández y Glauco Machado, por estudiar si el estreñimiento afecta a las perspectivas de apareamiento de los escorpiones y cómo lo hace.

Ingeniería: Gen Matsuzaki, Kazuo Ohuchi, Masaru Uehara, Yoshiyuki Ueno y Goro Imura, por intentar descubrir la forma más eficaz de utilizar los dedos al girar un pomo.

Historia del arte: Peter de Smet y Nicholas Hellmuth, por su estudio «Una aproximación multidisciplinar a las escenas de enema ritual en la antigua cerámica maya». En 1986, junto con el antropólogo Nicholas Hellmuth, De Smet comprobó que los enemas representados en los dibujos mayas clásicos bien podrían haber sido utilizados para la aplicación de drogas que alteran la mente

Publicidad

Ingeniería de la seguridad: Magnus Gens, por el desarrollo de un maniquí de pruebas de choque para alces.

Premios no tan triviales

En 1995, Robert May, barón May de Oxford y principal asesor científico del Gobierno británico, pidió que los organizadores del Premio Ig Nobel no concedieran premios a los científicos británicos, alegando que estos se veían desprestigiados o ridiculizados al recibirlos. Es así. Los premios han recibido críticas alegando que premian las investigaciones triviales y absurdas y, aunque no falta parte de razón, la historia ha demostrado que las investigaciones triviales a veces conducen a descubrimientos importantes.​

Por ejemplo, en 2006 un estudio que muestra que el mosquito que transporta la malaria (Anopheles gambiae) se siente atraído igualmente por el olor del queso Limburger que por el olor de los pies humanos​ había ganado el Premio Ig Nobel en el área de Biología. Como resultado directo de estos hallazgos, este tipo de queso se coloca en lugares estratégicos de naciones africanas para combatir la epidemia de la malaria. La importante contribución que de forma inadvertida hizo este estudio hacia la preservación de la vida humana pone de relieve la importancia de compartir los resultados experimentales, independientemente de los usos previstos de dichos resultados.​

Noticia Patrocinada

Otro ejemplo es Andre Geim, quien en el año 2000 recibió el Premio lg Nobel de Física por hacer levitar una rana en un campo magnético, y posteriormente en el año 2010 el Premio Nobel de Física junto con Konstantín Novosiolov por el estudio del grafeno.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad