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Europa Press
Miércoles, 26 de febrero 2025, 22:32
Investigadores de la HSE University, en Rusia, y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, en Reino Unido, han identificado 15 motivos clave que impulsan el comportamiento humano. Mediante el análisis de las opiniones, preferencias y acciones de las personas con una perspectiva evolutiva han demostrado cómo estos motivos se entrelazan para dar forma a los hábitos y las relaciones interpersonales.
La cuestión de qué motiva el comportamiento humano intriga a los psicólogos desde hace mucho tiempo. Se utilizan varios enfoques para evaluar estos motivos subyacentes, pero la teoría más conocida es la jerarquía de necesidades de Abraham Maslow, introducida a mediados del siglo XX. Sin embargo, la mayoría de los enfoques hacen hincapié en los aspectos sociales de la motivación y pasan por alto sus fundamentos evolutivos.
Los investigadores se propusieron analizar los motivos del comportamiento humano desde una perspectiva evolutiva. En el marco propuesto, todos los motivos se consideran adaptaciones evolutivas que mejoraron la capacidad de los primeros humanos para sobrevivir en su entorno y siguen influyendo en el comportamiento actual. Los científicos parten de la premisa de que si determinados mecanismos evolutivos desencadenaron en su día comportamientos específicos, los motivos subyacentes pueden identificarse mediante técnicas psicométricas estándar.
Para su estudio, publicado en la revista 'Personality and Individual Differences', realizaron una encuesta en línea a más de 500 participantes a los que se pidió que valoraran 150 afirmaciones relativas a sus preferencias cotidianas, miedos, deseos y aspiraciones sociales. Las afirmaciones se basaban en motivos previamente identificados en otros estudios que reflejaban necesidades físicas, reproductivas o sociales, como 'Me gusta subirme a montañas rusas', 'Comer es menos importante para mí de lo que parece ser para la mayoría de la gente' y 'Paso mucho tiempo en contacto con mis amigos', entre otras.
Mediante el análisis de redes, los investigadores identificaron grupos estables de motivos. El estudio descubrió que el comportamiento humano está impulsado por 15 motivos clave, que pueden agruparse en cinco grandes categorías:
-Ambientales (acaparar, crear).
-Fisiológicos (miedo, asco, hambre, comodidad).
-Reproductivos (deseo, atracción, amar, nutrir).
-Psicológicos (curiosidad, juego).
-Sociales (asociación, estatus, justicia).
Los investigadores también identificaron relaciones funcionales entre los motivos, contribuyendo a una comprensión más profunda de las estructuras motivacionales. Por ejemplo, la justicia está estrechamente relacionada con la educación y la curiosidad, lo que sugiere que está en función tanto de la preocupación por el bienestar de los demás como de la necesidad de estar al tanto de los posibles comportamientos antisociales.
Curiosamente, los motivos del juego y el estatus surgieron como puntos centrales de conectividad, interactuando ampliamente con otros nodos, lo que sugiere que influyen en una amplia gama de motivos relacionados. El estatus parece ser importante, ya que facilita la consecución de otros objetivos al proporcionar acceso a recursos que aumentan las posibilidades de éxito en la vida, incluida la atracción de una pareja. Mantener el estatus implica acaparar recursos, temer la pérdida de los mismos y utilizarlos eficazmente en diversas situaciones. El motivo del juego, a su vez, ayuda a desarrollar las habilidades necesarias para mantener el estatus y adaptarse a las circunstancias cambiantes.
«Utilizando técnicas psicométricas basadas en redes, pudimos observar cómo se interrelacionan los motivos. Por ejemplo, los motivos del Amor y la Crianza se sitúan cerca unos de otros en la red, lo que tiene sentido desde una perspectiva evolutiva, ya que cuidar de la descendencia aumenta sus posibilidades de supervivencia. Por el contrario, los motivos del Miedo y la Curiosidad suelen tener efectos opuestos. El miedo nos aleja del peligro, pero cuando es excesivo puede suprimir la curiosidad, que fomenta el conocimiento y la innovación», explica Albina Gallyamova, investigadora junior del Centro de Investigación Sociocultural de la HSE.
El estudio también reveló variaciones relacionadas con la edad y el sexo en cuanto a la importancia de los distintos motivos. Las mujeres tienden a interesarse más por los motivos de Crianza y Comodidad, mientras que los hombres se centran más en los motivos de Estatus y Atracción. Los investigadores señalan que estas diferencias están relacionadas con los papeles tradicionales que hombres y mujeres desempeñaron en nuestro pasado evolutivo.
«La edad también contribuye a determinar las prioridades. Las personas más jóvenes tienden a centrarse más en el estatus y el juego, mientras que, a medida que envejecen, el miedo y la preocupación por la comodidad adquieren más importancia. Estos cambios reflejan las distintas etapas de la vida: al principio, nos esforzamos por asegurar nuestro lugar en la sociedad y, más tarde, nos centramos en la seguridad y la supervivencia», añade.
Los resultados del estudio pueden ser valiosos en diversos campos, desde el marketing a la informática. Por ejemplo, en publicidad, comprender los motivos de los distintos grupos sociales permite una comunicación más precisa y eficaz. Los jóvenes centrados en el estatus y el juego son más propensos a responder a incentivos relacionados con el prestigio y el entretenimiento, mientras que un público más maduro prioriza la seguridad, la fiabilidad y la comodidad.
En el campo de la IA, ayuda a comprender los motivos evolutivos permite un enfoque más centrado en el ser humano, ofreciendo gamificación e interacción social para los usuarios más jóvenes, al tiempo que se hace hincapié en la comodidad y la simplicidad para la generación de más edad. En terapia, comprender los motivos subyacentes puede ayudar a dar una respuesta más precisa a las necesidades del cliente. Por ejemplo, al tratar la ansiedad se puede tener en cuenta el mecanismo evolutivo de evitar el peligro y ayudar a encontrar un equilibrio entre seguridad y curiosidad.
«En última instancia, comprender los motivos evolutivos que impulsan nuestro comportamiento nos permite crear soluciones que hagan la vida de las personas más cómoda, segura e interesante», explica Gallyamova.
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