La razón por la que debes dejar de poner imanes en la nevera

Antes de volver de un viaje, solemos hacer una parada por las tiendas típicas para llevarnos algún recuerdo. Esos souvenirs que colocaremos, seguramente, en alguna estantería de casa y que nos transportarán, automáticamente, a las calles, comidas, monumentos e instantes del lugar en el que lo hayamos comprado.

Los más típicos para regalar a algún ser querido o para tenerlos en casa suelen ser postales, llaveros, camisetas, tazas e imanes. Seguro que en tu nevera tienes (o has tenido) en algún momento varios colocados de todos los sitios que has visitado o que te ha traído alguien de algún viaje.

Además de decorar la nevera, sirven para sujetar todo tipo de notas, desde la lista de la compra, recetas médicas, fotografías, hasta los dibujos de los más pequeños de la casa.

Muchas personas se ven obligadas a quitar algunos de los imanes del frigorífico si acumulan demasiados. No obstante, estos objetos metálicos pueden suponer un problema para la vida útil del electrodoméstico.

Aunque los imanes apenas afectan a las neveras, pueden causar algunos daños en los modelos más modernos e inteligentes, ya que cabe la posibilidad de que pueda perjudicar o alterar el sistema eléctrico a través de la energía magnética que generan.

Esto es sólo un peligro para los refrigeradores de última generación, que suelen ser aquellos que tienen una pantalla táctil o algún sistema similar conectado. Por ello, se recomienda no colocar imanes en las puertas de las neveras más modernas.

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