¿Cuál es la relación entre Halloween y el Día de Todos los Santos?

Halloween, celebrado el 31 de octubre, contracción de All Hallow´s Eve (Víspera de Todos los Santos), es una fiesta de origen pagano cuyas raíces provenen de un antiguo festival celta de hace más de 3.000 años conocido como Samhain, «fin del verano» en irlandés antiguo. La fiesta comenzó a celebrarse en Irlanda cuando la época de cosechas llegaba a su fin y comenzaba un «año nuevo celta», que coincidía con el solsticio de otoño.

Durante esta noche, se creía que los muertos podían convivir con los vivos, la línea que divide el mundo de los vivos y de los muertos se estrechaba y los epíritus pasaban a través de ella. Todos los rituales que se celebraban tenían un origen religioso y se buscaba la comunicación con los muertos, colocando velas en las ventanas para mostrarles el camino. También se colocaban máscaras con el fin de ahuyentar a los espíritus malignos.

Esta celebración trató de ser eliminada por los papas Gregorio III Y Gregorio IV, que trataron de suplantar Halloween por la fiesta católica del Día de Todos los Santos que fue trasladada del 13 de mayo al 1 de noviembre.

A partir de 1840, la festividad comenzó a llegar a Estados Unidos debido a la inmigración irlandesa y ya fue en 1920 cuando comenzó a celebrarse masivamente. Con el paso del tiempo, la celebración ha pasado a convertirse en pagana, pero se conservan muchas de las tradiciones de los inicios, como la idea de poder hablar con los muertos, la utilización de velas y antorchas o el uso de máscaras o disfraces.

Hoy en día se trata de una celebración marcada por los disfraces, las fiestas y la ilusión de los niños por conseguir caramelos.

De esta forma, la noche de Halloween es la víspera del Día de Todos los Santos como era desde sus inicios pero con algunos cambios. Lo que ocurre hoy en día es que el día 31 de octubre la fiesta de origen religioso se ha convertido en una fiesta pagana y en cambio el día 1, Día de Todos los Santos, sigue manteniendo la tradición en su sentido más religioso, de ir a los cementerios a visitar a familiares difuntos.