Así son los restaurantes 'fantasma'

Tienen carta, diferentes menús, ofertas... Pero no hay mesas ni sillas, ni un sitio al que acudir para pedir o reservar. Se trata de un nuevo modelo de negocio que empieza a aterrizar en España a través de la empresa Keatz, los restaurantes 'fantasma'.

Se trata de negocios gastronómicos que solo funcionan a través del reparto a domicilio. En su lugar de trabajo, solo hay una cocina gigante, muchas manos y un apartado para que los repartidores de plataformas de reparto como Deliveroo, Justeat o UberEats vengan con la bicicleta a repartirlo.

El 100% de las comidas que se preparan se consumirán en las casas de los particulares que así lo soliciten. Es una manera de recortar todos los gastos que genera tener a un cliente en un local (limpieza contínua de mobiliario, carteles y gestión de marca, gente que atienda al cliente, horas extras generadas por comensales rezagados...), además de aprovecharse de un sector tan creciente como polémico como es el de las plataformas de reparto.

Además, como el restaurante no está abierto al público, las carta puede modificarse al gusto de las tendencias que tenga cada ciudad en cada momento. Un día se puede cocinar trece tipos de hamburguesa, y otro sustituirlo por otros tantos de pizza, dependerá de la demanda de los clientes.

La comida se prepara en unos 10 minutos, el repartidor no tiene que esperar a penas y entonces sale pitando para que la comida llegue en perfecto estado a las casas particulares. Este fenómeno de restaurantes «virtuales» o «fantasmas», nacido en Alemania, está desembarcando en España, el segundo país en el que se prueba la experiencia.