R.d.
Jueves, 5 de enero 2023, 00:40
Puede que la mañana de Reyes, es decir la del 6 de eneros, tenga el amanecer que más sonrisas dibuja en los niños de toda España. Sus caras dibujan la ilusión de recibir aquel juguete que tanto deseaban y que con tan buena letra escribieron en su carta para Melchor, Gaspar y Baltasar. Sin embargo, también hay niños que reciben lo que no quieren. Y es que muchos se sorprenden al encontrarse con carbón debajo del árbol. Se dice que es porque no se han portado bien.
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Si buscamos el origen de esta tradición vermos que esconde una gran mitología. Y es que dicen que el carbón simboliza la ceniza en la que se convirtieron los regalos originales de los Reyes Magos al Niño Jesús después de quemarlos. Se entiende que esto refleja una negación de los regalos y está muy ligado al origen bíblico de la historia de los Reyes Magos.
Por otro lado, hay otra vertiente que cuenta la existencia de un paje real llamado Carbonilla. Esta figura tenía la función de contarle a Melchor, Gaspar y Baltasar si un niño había sido bueno y había cumplido con sus deberes a lo largo del año. Por ello, él era el encargado de observar a los jóvenes y, en el caso de que no se hubieran portado bien, el que les llevaba el carbón.
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