La siesta perfecta

30 minutos. Esa es la duración máxima que debe tener una siesta, según especialistas del Hospital Universitario de La Ribera, que la consideran una tradición mediterránea saludable aunque alertan de que un exceso en su duración puede perturbar el sueño nocturno.

La siesta es positiva ya que varios estudios han demostrado que mejora el estado de alerta e incrementa la capacidad de concentración por la tarde, afirma el doctor Francisco Javier Puerta, jefe de la Unidad del Sueño del centro. Y es que, según los expertos, el reloj biológico de una persona entra en un periodo de leve somnolencia fisiológica a las ocho horas de levantarse, por lo que sobre la hora de de comer el cuerpo requiere de un descanso, incluso cuando la persona ha dormido bien por la noche.

Sin embargo, alargar la siesta es contraproducente ya que, al dormir muchas horas se alcanzan clases profundas del sueño, con lo que al despertar se puede notar cierto malestar físico, apatía o irritabilidad. Además, la hora perfecta es entre las 16:00 y las 16:30 ya que, cuanto más tarde se despierte, más tarde se tardará en conciliar el sueño por la noche, lo que puede perturbar el ciclo.

Por lo que respecta a los menores, los especialistas del centro recuerdan que "hasta los seis años, es normal la necesidad en los niños de realizar una siesta al día, que complete las necesidades de sueño a esta edad junto con el sueño nocturno".