Abordar problemas de columna sin cirugías complejas

La columna vertebral es una parte delicada del cuerpo humano. Es el eje principal del cuerpo e interviene en la mayoría de las actividades diarias. Al ser sólida y flexible al mismo tiempo, nos permite levantarnos, agacharnos, girarnos y realizar todo tipo de movimientos. Las lesiones en ella son frecuentes por infinidad de motivos: desde cargar excesivo peso hasta excederse en la práctica de actividad deportiva. Tradicionalmente, se ha relacionado una dolencia en la espalda con una compleja cirugía invasiva y dolorosa. Ahora, se ha avanzado mucho y las técnicas mínimamente invasivas han cogido protagonismo.

Estas técnicas intentan tratar la mayoría de las lesiones de la columna: desde la microdiscectomía, con microscopio donde la herida es de unos dos centímetros para llegar a quitar la hernia, hasta las artrodesis, en las cuales, por heridas un poco mayores, de tres centímetros, se llega a poder quitar todo el disco, colocar los tornillos y colocar el injerto de hueso. «Todo esto, lo que evita es el daño muscular que a nivel de la columna es muy importante», desvela el doctor Miguel Sanfeliu, coordinador de la Unidad de Columna del hospital IMED Valencia.

Las técnicas mínimamente invasivas son aquellas en las que se intenta dañar lo menos posible las estructuras normales del cuerpo. A la hora de operar, si hay que hacer una fijación de una vértebra, en lugar de abrir toda la musculatura de la espalda para colocar los tornillos, se utilizan pequeños orificios de uno o dos centímetros por los que se introducen los tornillos sin necesidad de dañar el resto de la musculatura. «Técnicas como la vertebroplastia, la artrodesis MIS TLIF, las correcciones de deformidades con XLIF o las técnicas de artrodesis posterior percutánea cervical son las que nos permiten tratar patologías complejas de columna con la menor invasión posible», cuenta el coordinador de la Unidad de Columna del hospital IMED Valencia.

El doctor Miguel Sanfeliu es uno de los mayores especialistas de columna de nuestro país y cuenta con una dilatada trayectoria al frente de equipos multidisciplinares de neurocirujanos, traumatólogos y rehabilitadores, encargados de esta patología. Actualmente, es el coordinador de la Unidad de Columna del hospital IMED Valencia donde dirige un equipo super especializado en todos los problemas y patologías que rodean a la espalda y la columna vertebral. Las técnicas quirúrgicas aplicadas a esta parte tan sensible han evolucionado de manera notable y han supuesto un gran avance.

«Técnicas como la artrodesis o fusión vertebral con implantes ha evolucionado mucho gracias a los materiales empleados y a la precisión con la que el cirujano accede a las vértebras. Lo mismo ocurre con la descompresión vertebral o discectomía que se ha vuelto más precisas y menos invasiva», cuenta el facultativo. Otras técnicas como la terapia con células madre o la cirugía robótica también suponen un avance que evidencia que la aplicación de técnicas mínimamente invasivas para tratar problemas contrasta con las técnicas de antes, que requerían abordajes más complejos.

Estas técnicas están indicadas para todo tipo de pacientes, no solamente para gente joven, sino también gente mayor. «Además, la gente mayor como tiene menos músculos, si los dañamos, necesitarían procesos de rehabilitación muy largos. Por ejemplo, hacemos técnicas mínimamente invasivas para la escoliosis del adulto, es decir, la desviación de columna, en las que el paciente sale andando del hospital a los tres días, mientras que, si tuviéramos que abrir toda la columna, a lo mejor estaría quince días ingresado en el hospital», relata el doctor Sanfeliu.

Es cierto que hay técnicas mínimamente invasivas que se suelen aplicar más en pacientes jóvenes, como puede ser la endoscopia, aunque los mayores no están exentos ni mucho menos de su aplicación. «La cirugía endoscópica también permite tratar algunas hernias de disco de una forma mínima, porque simplemente requieren un punto, ya no son dos centímetros como en la microdiscectomía», añade el coordinador de la Unidad de Columna del hospital IMED Valencia .

Son muchas las ventajas de estas técnicas frente a la cirugía tradicional. «Al hacer una pequeña incisión existe menor dolor y menor sangrado, el riesgo de infecciones también es menor y en general el daño a los tejidos del cuerpo es menor como ya hemos dicho», explica el facultativo. Los plazos de hospitalización son, además, más cortos ya que algunas de esas técnicas mínimamente invasivas como la endoscopia o técnicas de radiofrecuencia son tan poco agresivas que se pueden realizar de forma ambulatoria sin que el paciente pase ninguna noche ingresado.

«Otras técnicas lo que permiten es reducir la estancia de tres o cuatro días a un solo día. También nos permiten iniciar los procesos de rehabilitación más pronto ya que los pacientes casi nunca tienen que llevar corses u ortesis en el postoperatorio inmediato y normalmente la recuperación es más temprana que con la cirugía tradicional por lo que podemos decir que estas técnicas también mejoran la calidad de vida del paciente», concluye el doctor.

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