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Valencia
Jueves, 2 de mayo 2019
Tener acné durante la adolescencia es algo muy normal, pero no es la única época de nuestra vida en la que pueden aparecer este tipo de problemas en la piel. En ocasiones, pasados los 30 años, los adultos pueden sufrir alteraciones dermatológicas que se manifiestan en forma de inflamación e infectan los poros de la piel en los que existe pelo. La piel madura también está a merced de estos problemas de salud, que pueden venir derivados de desequilibrios hormonales causados, por ejemplo, de la ingesta de anticonceptivos hormonales, de la menstruación, del embrazo o del estrés, uno de los principales causantes en la edad adulta.
Los expertos estiman que doce de cada 100 personas de entre 30 y 50 años y hasta el 40% de los adultos de 25 años o más edad tienen imperfecciones en la piel y propensión al acné, que puede ocasionar alteraciones como comedines –comúnmente conocidos como puntos negros–, pápulas –pequeños residuos con pus– o quistes. De entre los pacientes, entre el 75% y el 85% son mujeres. Afortunadamente, las técnicas para el tratamiento del acné se han multiplicado en los últimos años casi a la misma velocidad que se han duplicado los casos de adultos con espinillas y cicatrices. Sin embargo, se trata de soluciones que no siempre son efectivas si no se aplican cuándo aparecen los primeros brotes de acné. El doctor José María Ricart, jefe del Servicio de Dermatología de Quirónsalud Valencia y director médico de Instituto Médico Ricart, advierte de que «los tratamientos ya sean tópicos, orales o combinaciones de ambos, siempre se deben seguir bajo un estricto control dermatológico». «Existen muchos tipos de pieles y cada una de ellas tiene una respuesta diferente», apunta el doctor Ricart.
«Nuestro equipo de dermatólogos ha desarrollado un protocolo exclusivo para el tratamiento del acné que según la necesidad del paciente, combina tratamiento oral, láseres, 'peelings' formulados por nuestros especialistas y Kleresca, que es un tratamiento basado en terapia biofotónica», que emplea el uso de luz con fines terapéuticos, explica el jefe del Servicio de Dermatología de Quirónsalud Valencia. La principal ventaja de esta última técnica, destaca el doctor Ricart, «es que no dificulta la vida social ni laboral de los pacientes puesto que realizada la sesión pueden volver a su rutina diaria, y además supone la solución definitiva para todas aquellas personas que no responden a la ingesta de fármacos».
El acné del adulto, que también se denomina acné tardío, suele ser común entre las mujeres que han tomado la píldora, desde el inicio de la adolescencia y se pasan a otro método o forman una familia. Tan pronto como dejan de tomar la píldora, pueden aparecer imperfecciones. El estrés también juega malas pasadas a la piel más madura, tanto en hombres como en mujeres, y provoca su inflamación aumentando la producción de grasa en las glándulas sebáceas.
Un aumento considerable de la hormona del cortisol está detrás de un elevado porcentaje de casos de acné tardío. En otras palabras, el exceso de emoción deja esta antiestética huella en los rostros más propensos a reflejar su estado de ánimo interno. Mantener los brotes bajo control no es tarea fácil y precisan tratamientos personalizados pautados por especialistas en la piel. El doctor Ricart asegura que el estrés se refleja en las pieles mas maduras con episodios de dermatitis seborreica, rosácea, pero principalmente con brotes de acné. «Son situaciones en las que ya sea de forma pasajera o continuada, liberamos mucha adrenalina, nuestro cuerpo produce determinadas hormonas como el cortisol o las citocinas que desencadenan la inflamación de la piel provocando un aumento de la producción sebácea. Este exceso de grasa tapona los poros y produce acné», puntualiza.
El acné no se trata de un problema serio de salud, pero puede dejar cicatrices y ocasionar cuadros de depresión y ansiedad en muchas personas. En muchos casos, las personas que padecen acné y se están realizando tratamientos profundos y prolongados en el tiempo intentan camuflarlo con maquillajes cubrientes para ocultar granos y cicatrices. Sin embargo, se trata de «una práctica que genera un efecto rebote», tal y como avisa la doctora Rebeca Bella, dermatóloga de Quirónsalud Valencia y directora médica de Instituto Médico Ricart en Torrent (Valencia). La doctora Bella señala que «estos cosméticos están compuestos por gran cantidad de sustancias grasas que empeoran el acné» y recomienda a los pacientes «utilizar una base compacta libre de aceites, no comodogénica, y aplicar una crema específica». No obstante, la especialista recuerda que esta medida «no es más que un parche, no la solución». La dermatóloga también asegura que desmaquillarse es esencial para este tipo de rostros, que además deben seguir a rajatabla una higiene con geles y lociones seboreguladores pautados por un dermatólogo. Los especialistas también recomiendan incluir en la dieta alimentos ricos en zinc y selenio, como el marisco o el pescado azul, para evitar posibles brotes de acné. La práctica de deporte –que ayuda a regular la carga de tóxicos en el organismo–, dormir bien y no cenar tarde para regular el azúcar en sangre completan la lista de buenos hábitos para mantener a raya el acné.
Las alteraciones hormonales y el estrés acompañan a las mujeres de entre 30 y 50 años en su día tras días y es inevitable que afecten a la aparición de acné. Lo confirma la doctora Bella, que reconoce que atienden a más de 100 pacientes al mes que presentan ciclos menstruales irregulares junto a situaciones de estrés que «provocan una mayor producción de hormonas androgénicas –hormonas masculinas–, que hace que se segregue y libere más sebo obstruyendo el folículo y generando acné y cicatrices». La dermatóloga de Quirónsalud Valencia considera que son casos que deben abordarse de forma personalizada realizando análisis y pruebas que determinen el origen del brote para que los especialistas puedan pautar el tratamiento o la combinación de diferentes terapias.
El equipo de dermatología de Quirónsalud y de Instituto Médico Ricart ha desarrollado diversos protocolos para poder dar solución a este tipo de acné adulto que requiere menos efectos secundarios, pero sobre todo visibles. Se trata de pacientes que deben extremar las medidas de higiene y mantener hábitos saludables, y someterse a combinaciones de técnicas que incluyan tratamiento oral, láseres y 'peelings' personalizados según el grado de acné que presenten. El doctor Ricart también destaca los buenos resultados que ofrece Kleresca, una terapia innovadora apta para todas las formas de acné, incluso las más severas, basada en el uso de luz con fines terapéuticos. «Se trata de una técnica que se perfila como una alternativa para todos aquellos pacientes que no responden al tratamiento oral habitual o que desean resultados más rápidos , sin efectos adversos y que buscan un tratamiento que no altere su vida social ni laboral», destaca el jefe del Servicio de Dermatología de Quirónsalud Valencia. Además de su discreción, el doctor Ricart señala que la principal ventaja de esta terapia es que es apta para mujeres en edad fértil, que no quieren posponer el embarazo y necesitan resultados rápidos y seguros.
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