Cuánto café es demasiado café

El café es la segunda bebida más comercializada y consumida en todo el mundo. No es de extrañar, pues es un hábito entre muchas personas y una manera de vernos con nuestros seres queridos. Además, la aparición de nuevas variedades y sabores de café está atrayendo a la generación millennial española, quien se resistía a esta tendencia que arrasa en el resto del mundo. Tal y como relata Lorenzo D'Apolito, el dueño de la tienda de café especializado Tallat Specialty Coffee, «es una continuación de los placeres que puede dar la comida».

Las personas ahora buscan nuevos sabores ya no se conforman con que «sea solo cafeína o amargo». Ahora, el café viene de todas partes: América Central, Kenya, Sudamérica, Oriente Medio, entre otras. Además, sus formas también son variadas: cold brew, espresso, café frappé, café nitro, etc.

Esto, sumado a la moda de comprar el café fuera de casa, ha hecho que los más jóvenes aumenten su consumo de café. «Lo veo en consulta día a día», explica la dietista-nutricionista Teresa Cercós. Más allá del aspecto social, también tiene beneficios, como mejorar la memoria y concentración, además de disminuir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas. «A nivel deportivo, aumenta el rendimiento al reducir la percepción de fatiga durante el entrenamiento», explica. También disminuye el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, y aumenta los antioxidantes en sangre.

No obstante, la dietista-nutricionista remarca que el café «no es un alimento milagroso», y que estos beneficios se obtienen al mantenerse dentro de los 400mg de cafeína al día o tres tazas, tal y como afirma la OMS. Pero esta sustancia también puede tener efectos negativos si consumida en exceso, que sería 700 mg al día o siete u ocho tazas de café, según declaraciones de la Unidad de Cardiología del Hospital Clínico, que envía un mensaje de tranquilidad: «A ningún paciente se le recomienda no tomar café, siempre y cuando sea con moderación».

Lo que es cierto es que aquellos que tomen entre siete u ocho tazas de esta bebida notarán los efectos de forma rápida pero transitoria a través de las taquicardias, en las que el ritmo cardíaco aumenta considerablemente. No obstante, conforme el organismo metabolice el café, estas pararán solas, excepto si el patrón de ingesta continúa.

Otras consecuencias negativas del consumo excesivo de cafeína incluyen las psicológicas, como una mayor ansiedad y problemas para dormir, lo que puede causar desánimo y tristeza. Y cuando el cuerpo se acostumbre y el exceso de cafeína no impida dormir, si que causará irritabilidad y presión alta, según la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA). Pero la que a más personas afecta es la adicción a la cafeína. «Lo que ocurre en tu cerebro es que esa cafeína está provocando una activación a nivel neurosensitivo. Al final, el cerebro la necesita», describe la dietista-nutricionista.

Si se deja de tomar cafeína de un día a otro, lo que ocurrirá es que los dolores de cabeza, el sueño y el nerviosismo aparecerán rápidamente. Por eso, la dietista-nutricionista recomienda reducir su consumo gradualmente. Normalmente aconseja a sus pacientes que quieren dejar de tomar cafeína aumentar el consumo de agua, pues hace que suba el ritmo cardíaco. Aunque no tenga este efecto al mismo nivel que la cafeína, es un buen sustituto. Las infusiones, kombucha, achicoria o infusiones de roibo son algunos alimentos que se pueden incluir en la dieta en vez de bebidas con cafeína.

Si se quiere evitar la cafeína totalmente, advierte de que «al tomar un café descafeinado en un bar no es que no lleve cafeína, tienen menos cafeína pero aún contienen algo». Por lo tanto, la mejor opción en este caso es evitar los cafés descafeinados y el té. Para los amantes del café y de la cafeína, la manera de obtener los beneficios de la cafeína sin dañar la salud será mantenerse en el rango de 3 tazas de café al día.

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