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VALENCIA
Miércoles, 22 de junio 2022, 01:21
Los rayos ultravioletas son un enemigo para la salud. La exposición prolongada al sol o a las cabinas de bronceado están detrás del cáncer de piel, uno de los principales tipos de tumor por número de pacientes en España. No obstante, en 2020 murieron 1.669 personas a causa de este tipo de cáncer en nuestro país, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Los carcinomas de piel en España tienen una tasa de incidencia de 47 casos por 100.000 habitantes, tal y como refleja el Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) con cifras de 2020 que mostraban una tendencia al aumento de la incidencia en los últimos años.
Los expertos en Dermatología alertan cada año cuando llega el buen tiempo de la importancia de la identificación y la prevención del cáncer de piel, que es el más común, pero también uno de los más fáciles de curar, siempre y cuando se diagnostique y trate a tiempo. De hecho, los facultativos inciden en que el cáncer de piel no es un problema únicamente del verano o de los meses de calor, sino que la alta exposición al sol se da en todas las épocas del año y el cuidado debe ser siempre extremo. «Si tienes la piel clara y además eres sensible al sol o tienes pecas y manchas en la piel, debes revisarla periódicamente y pedir cita con el dermatólogo al menos una vez al año. Además, debes extremar las precauciones a la hora de tomar el sol ya que puedes tener más riesgo de padecer lesiones cancerosas», aclara el doctor José María Ricart, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Quirónsalud Valencia y director médico del Instituto Médico Ricart (IMR).
El cáncer de piel, explica el doctor Ricart, es una patología de la piel «muy frecuente» y que se suele desarrollar «como consecuencia del exceso de la exposición solar». «Se produce por el crecimiento anormal y descontrolado de las células de la piel, alteradas por la radiación ultravioleta», aclara. Habitualmente se desarrolla en las zonas más expuestas al sol, aunque, tal y como avisa el doctor Ricart, «también puede localizarse en otras áreas que no hayan acusado radiación solar».
Los expertos inciden en la necesidad de la prevención y en el diagnóstico precoz a la hora de combatir el cáncer de piel. Ocho de cada diez casos se pueden prevenir con un diagnóstico en los estadios iniciales o antes de que se produzca. Los dermatólogos, especialistas en el cuidado de la piel, destacan la efectividad de la prevención primaria, aquella relacionada con el uso de una protección adecuada, y de la autoexploración de los lunares y manchas de la piel para tener controladas posibles complicaciones.
«Ante cualquier síntoma se debe acudir al dermatólogo, que es el especialista en el cuidado de la piel», recomienda el jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Quirónsalud Valencia y director médico de IMR. A ello se le suma la ayuda de novedosas y potentes herramientas como la dermatoscopia digitalizada –conocida como Fotofinder–, que es «la herramienta más precisa a la hora de diagnosticar un posible melanoma». «Se trata de un software que detecta al instante la lesión y permite almacenar y realizar un seguimiento a largo plazo de imágenes clínicas de los lunares sospechosos de malignidad», detalla el doctor Ricart.
De cara a prevenir el cáncer de piel, los dermatólogos piden que se preste especial atención a cinco indicadores de riesgo de padecer lesiones cancerígenas y que son conocidos como el ABCDE de los lunares o manchas atípicas en la piel. Se trata de la asimetría, es decir, cuando la mitad de un lunar se ve diferente de la otra y no son simétricas; los bordes irregulares, mal definidos o borrosos, que pueden ser un signo de melanoma; el color, ya que los lunares particularmente oscuros o multicolores pueden conllevar riesgos y los negros aumentan la sospecha; el diámetro, puesto que una mancha mayor de más de seis milímetros de diámetro es una señal para acudir al dermatólogo; y la evolución, teniendo en cuenta que un lunar que modifica su tamaño, forma o color y pica, se inflama o sangra debe ser controlado por un especialista.
La visita al dermatólogo es «vital en el caso de notar cualquier alteración en los lunares o en la piel«, reclama el doctor Ricart. «Se trata además de una revisión que debe incluirse en nuestro chequeo médico anual. Los especialistas en dermatología avanzada hacemos uso de la dermatoscopia digital –Fotofinder–, que no solo revela el estado de los lunares, sino que, además, permite detectar a tiempo la existencia de nuevas lesiones», destaca el responsable médico de IMR.
Existen varios tipos de cáncer de piel: los melanomas, que son los más agresivos y pueden producir metástasis; y los carcinomas, que pueden ser basocelulares o epidemoides, son más frecuentes que el melanoma y suponen menos riesgo ya que no suelen metastatizar.
Además de la exposición continuada a la luz ultravioleta –ya sea natural o artificial–, existen otros factores de riesgo que aumentan la posibilidad de desarrollar cáncer de piel. Entre ellos están factores genéticos, tener la piel de un fototipo de piel clara, tener multitud de lunares, haber padecido quemaduras solares durante la infancia, que multiplican el riesgo de padecer la enfermedad en edad adulta, o haber padecido cáncer de piel anteriormente.
Para estar alerta, el doctor Ricart aclara que el melanoma «se manifiesta como una mancha o lesión oscura en la piel, asimétrica y de bordes irregulares que muestra cambios», mientras que los síntomas del carcinoma basocelular «son placas, manchas o heridas rojizas de pocos milímetros, que generalmente sangran». Por último, los síntomas del carcinoma epidermoide pasan por «tumores que crecen a gran velocidad provocando úlceras y costras».
La mejor forma de abordar y tratar el melanoma es con cirugía y, en el caso de haber causado metástasis, requiere de un tratamiento de quimioterapia como complemento. En el caso del carcinoma basocelular, «la cirugía micrográfica de Mohs es una técnica que permite extirpar el tumor y analizar de forma inmediata el alcance de la lesión, evitando la destrucción del tejido sano, lo que nos permite conseguir un alto porcentaje de curación», explica el doctor Ricart. Este tipo de tumores, según su alcance, «también se pueden tratar con terapia fotodinámica, que permite destruir la lesión sin dejar cicatriz».
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