Los cinco alimentos que debes evitar calentar en el microondas

El microondas se ha convertido en un electrodoméstico que utilizamos en nuestro día a día. Sirve para calentar, descongelar y cocinar. En concreto, la gran mayoría de nosotros los utiliza principalmente para calentar alimentos. Sin embargo, no es válido para todos los alimentos y tenemos que ser cuidadosos para evitar ciertos problemas en la cocina. Para calentar la comida el microondas utiliza unas ondas electromagnéticas de frecuencia muy alta que se generan en el núcleo del horno, el magnetrón, y se emiten en el interior del aparato, rebotando en sus paredes metálicas y en la comida.

Esas ondas provocan una agitación molecular que es lo que genera el calor. Se distribuye de forma rápida y uniforme por los alimentos gracias al plato giratorio. Es por ello por lo que las zonas más densas de la comida suelen calentarse antes. Pese a ser útil y provechoso, el microondas puede afectar a la seguridad y calidad de ciertas comidas.

Estos son los 5 alimentos que no deberías calentar en el microondas, según los expertos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

La cumulación de calor en su interior puede hacer que exploten. Es mejor hervirlo en agua o, en todo caso, introducirlo sin cáscara y taparlo para que no ensucie el interior del microondas.

Cocinar carne cruda en el microondas es sinónimo de fracaso. No se calentará de manera uniforme y las partes más gruesas no alcanzarán la temperatura suficiente para matar a las bacterias que viven en la carne.

Realmente sí que pueden calentarse patatas en el microondas. El problema es que pueden albergar la bacteria Clostridium Botulinum, causante de la enfermedad conocida como botulismo.

Al poder producirse chispas al calentarse en seco, el calentamiento puede transformar los nitratos naturales presentes en estas verduras en nitrosaminas, sustancias potencialmente cancerígenas.

El problema de calentar salsas de tomate en el microondas es que saltan con facilidad; ensuciando así el interior.