Conización: la técnica para combatir el virus del papiloma humano

El cáncer de cuello de útero es el segundo cáncer más frecuente en mujeres tras el de mama. A pesar de su elevado índice de incidencia en España y en todo el mundo, no se trata de uno de los que presenta mayor mortalidad. En los últimos años, tanto la detección de nuevos casos como su mortalidad han disminuido un 50%. La estadística confirma que, además de ser necesario dar continuidad a los efectivos protocolos de abordaje, se necesita seguir concienciando a la población general sobre cómo actuar ante un caso de positividad al virus del papiloma humano (VPH) para conseguir bajar aún más estas cifras.

El origen principal del cáncer de cuello de útero es la infección por el VPH y uno de los métodos para combatirlo es la conización. «Es una intervención quirúrgica menor en la que se extirpa una pequeña porción de cuello de útero y que se realiza como tratamiento para las lesiones precancerosas de cuello de útero», explica el doctor Víctor Martín, especialista en Cirugía Ginecológica del Hospital Quirónsalud Valencia. El doctor Martín explica cómo funciona este proceso: «Se lleva a cabo por vía vaginal, normalmente con anestesia locoregional de tipo raquídea o bien mediante una sedación profunda; para la sección del tejido cervical, habitualmente se utiliza electrobisturí o asas de diatermia, lo que consigue una sección del tejido más precisa y con menos sangrado que con el bisturí clásico».

La conización «no cura la infección por el virus del papiloma humano, solamente elimina el tejido preneoplásico cervical que se puede originar tras una infección de VPH persistente y activa», aclara el especialista de Quirónsalud. De hecho, es posible que el virus persista en otras localizaciones del aparato genital tras una conización. Por ello, para evitar que aparezca nuevamente el mismo tipo de lesión, los expertos aconsejan mantener controles ginecológicos más estrechos en este tipo de pacientes.

Una de las ventajas de intervenciones como la conización es su corto periodo de recuperación. El posoperatorio, además, es muy liviano ya que no requiere más que unas horas de recuperación en el hospital, pudiendo regresar a casa el mismo día. «Se recomienda un reposo relativo, evitar esfuerzos importantes y ejercicio físico intenso, así como evitar introducción en vagina de elementos que pudieran lesionar la zona intervenida y hacerla sangrar: relaciones sexuales, tampones, etcétera», aconseja el doctor Martín. La probabilidad de que queden secuelas tras la intervención es muy baja. «Si no hay complicaciones, las cuales son extraordinariamente infrecuentes, no queda ningún tipo de secuelas», aclara el especialista en Cirugía Ginecológica de Quirónsalud Valencia.

Se pueden desarrollar actividades normales de la vida cotidiana desde el día siguiente, teniendo en cuenta las recomendaciones anteriores. El reinicio de las relaciones sexuales se suele recomendar a partir de la cuarta semana tras la intervención, siempre tras una revisión por parte del ginecólogo. Un aspecto importante es cómo puede afectar la conización a las probabilidades de quedarse embarazada. «La cirugía de conización no modifica la futura consecución de un embarazo. En embarazos posconización y, sobre todo, cuando la resección de tejido cervical ha necesitado ser muy extensa, existe un mínimo aumento de riesgo de parto prematuro comparado con embarazos de mujeres sin conización previa», puntualiza el doctor Martín.

Solicita más información acerca de la conización el Hospital Quirónsalud Valencia

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