A. Pedroche
Lunes, 30 de octubre 2023, 00:38
Ahora que han bajado las temperaturas, es habitual que algunas personas se hayan constipado. Sin embargo, muchos de ellos suelen achacar sus síntomas a la alergia. Lo cierto es que ambas patologías tienen algunos síntomas en común como la tos, los estornudos, el picor en los ojos, la congestión nasal o el cansancio. Suele ser complicado diferenciarlas, pero los orígenes de estas afecciones es muy diferente.
Publicidad
El resfriado está causado por la infección de un virus, mientras que la alergia es una reacción del sistema inmunitario ante determinadas sustancias (alérgenos) que en condiciones normales serían inofensivas. Por este motivo, no todas las personas tienen alergia a los mismos productos. En el caso de la rinitis alérgica, los alérgenos causantes son el polen, los ácaros del polvo, el epitelio (caspa) así como los ácaros de animales como perros o gatos, y el moho. Cuando una persona alérgica se expone a estas partículas, su sistema inmunitario reacciona liberando una serie de sustancias como la histamina, que provocan los síntomas de la alergia.
El síntoma diferencial entre uno y otro es la fiebre. Es normal la aparición de la fiebre en un constipado, pero no así en una alergia. Además, los catarros son procesos autolimitados; el virus produce una infección que dura alrededor de 4 o 5 días. Si ese proceso se prolonga más, es un signo propio de un proceso alérgico. Aunque los procesos alérgicos estacionales pueden durar varias semanas.
Noticia relacionada
Según la Universidad de Navarra, El diagnóstico de las alergias se realiza mediante un test cutáneo con el objetivo de reproducir en la piel la reacción que presentamos en otras partes del organismo.
Consiste en la aplicación sobre la piel del brazo de gotas que contienen el alérgeno al que podemos ser sensibles. Con una mínima lanceta se atraviesa la piel y se introducen las gotas con el alérgeno. Se observa la reacción a los 15-20 minutos.
Publicidad
Además, es posible realizar análisis de sangre, con lo que de una forma más precisa podemos cuantificar y demostrar la presencia de anticuerpos específicos. En el caso de alimentos o medicamentos, a veces se realiza una prueba de provocación, observando bajo control médico la reacción tras la ingesta. Para diagnosticar un asma bronquial se realizan pruebas de función respiratoria.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.