Cristian Reino
Barcelona
Viernes, 26 de junio 2020, 15:33
Un año antes de que España entera iniciara el confinamiento, como consecuencia del estallido de la pandemia, el coronavirus ya circulaba, al menos, por Barcelona. Esa es la conclusión de una investigación liderada por científicos de la Universidad de Barcelona (UB). Los investigadores han detectado la presencia del virus en muestras de aguas residuales de Barcelona recogidas el 12 de marzo de 2019. La Covid-19, por tanto, estaba presente mucho antes de que se tuviera constancia de cualquier caso en el mundo. Se declaró en Wuhan (China) a principios de diciembre de 2019. En Europa, el primer caso se notificó en Francia a finales de enero de 2020.
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Desde el pasado 13 de abril, los investigadores de la UB han analizado semanalmente muestras obtenidas en dos grandes plantas de tratamiento de aguas residuales de Barcelona. «Los niveles del genoma del SARS-CoV-2 coincidieron claramente con la evolución de los casos de COVID-19 en la población», explica Albert Bosch, catedrático de la Facultad de Biología de la UB y coordinador del trabajo. Se trata de una enfermedad respiratoria, pero se ha demostrado que hay grandes cantidades de genoma del coronavirus en las heces, que posteriormente llegan a las aguas residuales. Esta circunstancia ha hecho que la epidemiología basada en aguas residuales sea una potencial herramienta de alerta precoz de la circulación del virus entre la población, especialmente teniendo en cuenta la importante presencia de personas asintomáticas que también lo transmiten, según plantean los autores del estudio.
Posteriormente, los investigadores analizaron muestras congeladas de meses anteriores al estallido de la pandemia. Dicho análisis reveló la creciente aparición de genomas de Covid-19 entre principios de enero y principios de marzo de 2020, lo que adelanta la cronología de la llegada del coronavirus a España: ya el 15 de enero se detectaba la presencia del virus, 41 días antes de la declaración del primer caso, que se notificó el 25 de febrero.
Albert Bosch, presidente de la Sociedad Española de Virología, cree que a los primeros infectados de Covid-19 se les diagnosticó probablemente y de forma errónea gripe en la atención primaria, contribuyendo a la transmisión comunitaria antes de que se tomaran medidas de salud pública.
Los resultados llevaron a los investigadores a analizar algunas muestras congeladas entre enero de 2018 y diciembre de 2019. «Todas las muestras resultaron negativas a excepción de la del 12 de marzo de 2019, en la que los niveles de presencia del virus eran muy bajos pero eran claramente positivos por PCR», explica el investigador. Una posible explicación se podría encontrar en que Barcelona recibe muchos millones de visitantes por motivos turísticos o profesionales «y es más que probable que una situación similar se haya dado en otros lugares del mundo». «Dado que la mayoría de casos de COVID-19 muestran una sintomatología similar a la gripe, los primeros debieron de quedar enmascarados como casos de gripe sin diagnosticar», concluye Bosch.
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