Vicente Vicens

Un experto en longevidad señala el rasgo común de todas las personas que viven 100 años: «Al menos 30 minutos al día»

El verdadero reto de la longevidad no solo es llegar a esa edad, sino hacerlo de manera saludable, manteniendo una buena calidad de vida

Martes, 28 de enero 2025, 01:48

El alcanzar los 100 años se ha convertido en una posibilidad cada vez más real para muchas personas. En España, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística, el número de centenarios sigue creciendo, con un total de 19.639 en la actualidad, una cifra que refleja el aumento de la esperanza de vida en el país. De hecho, según la ONU, en 2021 ya había más de 600.000 personas que habían superado los 100 años en todo el mundo, una cifra que contrasta con los apenas 92.000 centenarios en 1990.

Publicidad

Sin embargo, el verdadero reto de la longevidad no solo es llegar a esa edad, sino hacerlo de manera saludable, manteniendo una buena calidad de vida. En este contexto, Manuel de la Peña, cardiólogo y director de la Cátedra del Corazón y Longevidad del Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social, ha analizado los hábitos comunes de las personas que logran vivir más de un siglo. Su conclusión es rotunda: uno de los elementos clave para una vida longeva es «escuchar música al menos 30 minutos al día». Esta práctica, según De la Peña, tiene efectos profundos en nuestro cerebro, estimulando áreas que liberan neurotransmisores vinculados a la felicidad, como la dopamina, la oxitocina, la serotonina y las endorfinas. «La música, como el ejercicio, dispara nuestro estado de ánimo y la vitalidad», destaca el especialista.

Pero la música no es el único factor determinante. De la Peña señala que, además de este hábito, las personas que llegan a los 100 años suelen tener un estilo de vida activo, mentalmente saludable y emocionalmente equilibrado. En su libro 'Guía para vivir sanos 120 años', el experto menciona que mantener proyectos, ilusiones y sueños es esencial para prolongar la vida. La clave, según él, radica en la combinación de una dieta adecuada, ejercicio regular, y sobre todo, mantener una actitud positiva ante la vida.

«No he conocido a ningún súperlongevo que viva pensando en cosas negativas»

Un aspecto relevante que De la Peña subraya es el impacto de los pensamientos optimistas sobre el envejecimiento. «No he conocido a ningún súperlongevo que viva pensando en cosas negativas. Todos han puesto en su cabeza los mejores recuerdos de su vida», afirma. Según el experto, la nostalgia y los recuerdos felices no solo enriquecen nuestras vidas, sino que también tienen un efecto protector sobre nuestra salud mental y física.

En cuanto a los factores biológicos, el experto reconoce que los genes juegan un papel en la longevidad, pero aclara que solo un 25% de nuestra esperanza de vida depende de nuestra herencia genética, mientras que el 75% restante está condicionado por nuestros hábitos y estilo de vida. «Heredamos 20.000 genes, y unos 2.000 están asociados a la longevidad. Pero también los hay que están relacionados con enfermedades, como la hipertensión», explica. Por tanto, aunque no podamos modificar nuestra genética, sí podemos influir de manera significativa en nuestra salud a través de nuestras decisiones cotidianas.

Publicidad

El cardiólogo también menciona el ejemplo de María Branyas, la mujer más longeva del mundo, quien falleció a los 117 años. Tal y como explica, María tenía una serie de hábitos que contribuyeron a su longevidad, entre ellos, consumir un yogur diario, lo que refleja la importancia de cuidar nuestra microbiota intestinal, un factor clave para la salud general. Además, evitaba la presencia de personas tóxicas en su entorno, lo que refuerza la idea de que un ambiente emocionalmente saludable es fundamental.

Otro punto fundamental que resalta De la Peña es la importancia de mantener la mente activa a lo largo de la vida. A medida que envejecemos, es esencial encontrar un propósito vital que nos motive cada día, incluso después de la jubilación. «La mente es como una planta y hay que regarla y mantenerla activa», sostiene. Asimismo, el estrés es uno de los mayores enemigos de la longevidad, y es crucial aprender a gestionarlo para evitar que cause daños a largo plazo. La meditación, la música y prácticas como el yoga son herramientas valiosas para reducir la presión emocional y mantener un equilibrio en nuestras vidas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€

Publicidad